49. Bosque en invierno.

416 51 19
                                    




La molesta voz de Jin zumbaba en mi oído y abrí los ojos por lo insistente que se mostraba al tratar de despertarnos.

- Ya para.

- ¡Levántense! - y lo vi mover el cuerpo de Shal en la cama de arriba - No es posible que aún no estén listos, les dije que todos íbamos a tener tareas asignadas y ustedes tenían que haber ayudado a servir el desayuno hace 20 minutos.

No es para tanto, dije en mi mente.

- Lo haremos ahora - me deshice de las mantas en mi cuerpo y me levante. - Shal muévete.

El chico se encontraba todavía perdido entre sus sueños y la realidad pero estaba sentado sobre el colchón y solo asintió tallando sus ojos.

- Ya todos están comiendo. No puedo creer que fueran los únicos en faltar - Nos reprochó Jin - Tendrán que limpiar los baños.

- Limpiar baños - Shal lo miró sin poder creerlo - Creí que eras nuestro amigo.

- Y lo soy - respondió más tranquilo Jin - Pero ustedes son un par de flojos.

- Esta bien, limpiaremos los baños. - le dije cambiando mi suéter - Pero nos darás de desayunar antes, no.

- Tendrán que hacerse algo ustedes mismos - Se encogió de hombros - como les dije todos ya comieron.

- De verdad eres malvado - le apuntó Shal.

- Mañana despiértense temprano y no tendrán que volver a pasar por esto.

Shal me miró y yo solo negué con mi cabeza, él pensaba que yo tenía algo que ver con esto y que podía ser una broma, pero no, sin embargo estaba tranquilo porque de esa manera estaría separado del grupo y me daría más tiempo para pensar que hacer con Yoo.

Estaba un poco harto, yo ya había hablado con ella y le expliqué que no podía corresponder sus sentimientos y ella seguía insistiendo, quiere forzarme a estar con ella y quererle, y si la quiero pero no de la forma que ella desea. Me molesta mucho que esté interfiriendo entre Yewon y yo.

Shal sale de la cabaña detrás de mí y arrastra sus pies pateando una pequeña piedrita que golpea mi pierna y hace que regrese a verlo.

- Lo siento - se excusa por lo bajo.

El comedor es muy bonito, el espacio es amplio y bien podían entrar más de 300 personas. Todas las estructuras son de madera, las puertas de la entrada son corredizas y el cristal que me permite ver el interior está limpio. Me detengo apreciando la bonita arquitectura del lugar y al entrar observo lo alto que está el techo, las vigas de madera son gruesas y se ven muy resistentes, algunas están grabadas con trazos de figuras que le dan mejor aspecto al lugar y todas las mesas son también de madera.

El lugar está vacío, no hay ni siquiera un plato sobre alguna de las mesas y paso hasta cruzar por la puerta que divide el comedor de la cocina.

- Trata que no quemar nada - le digo a Shal pasándole un sartén.

- Si... mejor tú encárgate de eso - deposita el sartén de nuevo en mis brazos y toma de unas canastas un par de frutas. - Yo cortare algo de fruta.

Resignado depósito el sartén en la alacena.

Veo a Shal cortar en trozos una manzana y colocarla en un tazón, pienso que no es mala idea comer solo eso pero no resistiré hasta la hora de la comida. Reviso todas las gavetas y están vacías, hay unos contenedores para almacenar comida en los extremos y voy a revisarlos, estos contienen comida pero toda esta congela.

- ¿Qué hacen aquí?

Cierro el contenedor y volteo al mismo tiempo que Shal a ver a la persona que ha hablado. Shal me ve y después vuelve como si nada a cortar fruta.

Dear Bird Where stories live. Discover now