37. Enfermo de amor

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Las gotas de lluvia caen sobre mi cuerpo, no me importa estarme mojando de nuevo, al igual que no me importo cuando trate de venir de prisa a verle. Al salir de la casa su madre me dijo que la disculpara, que estaba triste por no poder conseguir el papel que deseaba, ella no entendía que el que tenía que pedir perdón era yo.

Ahora que he llegado a la parada del autobús, no tengo idea de que hacer. Debería de ir a tomar mis clases, pero, sinceramente no tengo ganas de hacerlo, tampoco quiero ir a mi casa, pero entre estas dos, la última opción sería la mejor.

Miró al cielo y en automático una gota cae por debajo de mi ojo, limpio mi rostro con la palma de mi mano y un estornudo escapa de mi. Se que no tengo buenas defensas, por eso no me sorprendería si más tarde o mañana mismo amaneciera enfermo.

Llegó a mi casa fatigado y escurriendo, el molesto ruido que hacen mis pisadas sobre la madera del piso es insoportable y cuando logró llegar al baño, cierro la puerta con ira.

Estupido, estupido.

Mi ropa cae con un sonido sordo al piso cuando me desvisto y abro la llave dejando que caiga un poco el agua. Tardo más de lo que acostumbro en salir y antes de irme exprimo el exceso de agua en mi ropa.

Tengo que terminar la canción que dije que entregaría hoy, no pienso regresar a la universidad pero tendré que lavarla mañana. Tomó el cuaderno color azul donde se encuentra empezada la canción y pienso como seguir, me he quedado en el estribillo por lo que todavía me hace falta mucho para terminarla. Tengo muchas ideas en la mente, pero, ninguna está en relación con el amor. Muevo mi mano escribiendo frases sin secuencia alguna, mis trazos son imperfectos, nunca he tenido una buena letra por lo que siempre suelo transcribir a computadora todas mis notas. Después de 20 minutos reviso mis anotaciones, sinceramente es muy buena, pero no es lo que ellos quieren, el tema del amor a quedado muy por los suelos y mis versos parecen más una carta de disculpas que una canción.

Desprendo la hoja del cuaderno y la guardo debajo de mi escritorio. Me siento estupido, nunca había tardado más de 1 semana en terminar de componer algo y me resulta más fatal saber que ya he compuesto sobre este tema antes y no me supuso ningún problema, si bien es cierto que no me gusta, nunca me resulto difícil.

Ocultó mi cara entre mis brazos y dejó caer el lápiz de mi mano.

No me siento bien, por primera vez tendré que entregar algo incompleto y decir que no fui capaz de hacerlo. El teléfono de mi casa suena y me levantó para poder responder la llamada.

- Buenas tardes ... qué desea - mi voz es ronca, mi garganta vibra al pronunciar las palabras y el hormigueo en mi nariz hace que vuelva a estornudar, pero esta vez sobre la bocina del teléfono.

- Ah si eres tú - del otro lado de la línea puedo distinguir la voz de Shal - No habrá entrenamiento por la lluvia.

Se me había olvidado.

-No pensaba ir - dije sorbiendo por mi nariz algunos mocos.

- Te encuentras bien - mire la hora en el reloj de la pared y este marcaba las 12:27 pm, Shal probablemente estaría en su tiempo de descanso - estuve marcándote a tu teléfono pero nadie respondió.

- Creo que estoy enfermo - volví a estornudar y caminé con el teléfono en mi mano hacia el comedor, con mi mano libre tomé una servilleta de papel y limpié mi nariz - mi teléfono se mojo.

- Bueno descansa, necesito avisarle a los demás chicos .

Estaba por cortar pero no se por que lo detuve .

- Creo que necesito tu ayuda. - dije nervioso.

Shal era la única persona que podía ayudarme, aunque yo estaba seguro que no estaría de acuerdo con nada de lo que hice.

- De acuerdo, suéltalo - el silencio del otro lado me indicó que Shal me estaba dejando el espacio para hablar.

- Tengo que entregar mañana una canción, lo qué pasa es que no puedo terminarla y no quiero entregarla incompleta, es para la obra y tú sabes que nunca he sido muy bueno escribiendo sobre el amor.

- Por qué no la sigues de acuerdo a tu experiencia ... - mi experiencia - Oye tu eres bueno, incluso tu canción ganó hace 2 años en los temas de composición y eso que la hiciste un día antes.

- Si bueno nadie se dio cuenta que la canción hablaba de mi almohada, eso fue ridiculo.

- habla de Yewon - a que viene eso, porque tendría que escribírsela.

Sin pensarlo dejó escapar algo que hasta a mi logra sorprenderme.

- No puedo hacer una canción para Yewon y que no sea ella quien la cante.

Cierro mi boca y del otro lado de la línea la risa de Shal se escucha.

- De verdad, ya te diste cuenta - No lo digas por favor - Amigo, te gusta Yewon.

Tal vez tenga razón, cabía la posibilidad por más mínima que fuera que tuviera sentimientos hacia Yewon, lo comprobaba por la forma en que ella lograba hacerme sonreír y también ahora que su desprecio lograba herirme, inclusive en esta situación soy incapaz de mover un lápiz y formar algo congruente.

- Te dije que no empujaría más a Yewon hacia ti, voy a cumplir lo que dije. Se que ella no consiguió el papel por tu culpa y tú estupido trato con Yo te va a costar mucho, aún así eres mi amigo, te apoyaré en lo que decidas pero tienes que ser sincero - Shal dejo de hablar por un momento y yo ya estaba preparado para lo que preguntara, sabía que tenía que ver con Yewon - ¿Ella te gusta?

Sus palabras se repitieron en mi mente miles de veces, trataba de buscar algo que me hiciera contestar que no, pero me encontraba débil, tanto de cuerpo como de alma. Mi mente era un revoltijo de recuerdos que pasaban en cámara rápida: veces en las que Yewon había venido a mi casa; la primera ves que la vi, cuando aún tenía 14 años; la primera vez que mi madre me pidió que la trajera a casa; las veces en las que me mostró sus ataques de ansiedad; la primera vez que la vi sonreír.

Hasta este momento reconozco que de verdad la ayude, ella cambio mucho y no solamente porque su ansiedad ha desaparecido, también logró ser más expresiva. Todas la veces que me ha dicho que soy especial para ella, se han quedado grabadas en mi pecho, he anotado sus palabras en un rincón de mi corazón sin darme cuenta y ahora las descubro haciendo que duela.

Estaba perdido, lo supe desde antes de responder.

- Lo hace. Ella me gusta.














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Dear Bird Where stories live. Discover now