46. Vibrante sonrisa

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Yewon

Apenas al bajar del escenario siento que mis piernas tiemblan, mi garganta se siente seca y tengo que apoyarme de una pared para no caerme, me ha dado vértigo. Siento ganas de vomitar y arqueo la espalda recargando mis manos sobre mis piernas. La pequeña corona en mi cabeza se desliza y cae al suelo en el momento que unos brazos sostienen mis hombros.

- ¡Yewon! - me dice - ¡Te luciste! Nos has dado el mejor acto.

- Ah s-si - digo aún en mi misma posición.

- ¿Te encuentras bien?

- Creo que voy a vomitar - Soy sincera y hago el intento para poder controlarme.

Entonces unos segundos pasos se escuchan y otra persona me habla.

- ¡Yewonnie lo hiciste perfecto! - sus brazos me envuelven y Jin le dice que me suelte.

- Se siente algo mal.

- ¿De verdad?...necesitas algo - me pregunta Sowon con algo de preocupación.

- N-No - trató de relajarme y recompongo mi postura - Ya estoy me...jor.

Aúnque les dije eso no me sentía del todo bien: mis piernas temblaban, mis manos también lo hacían y el ritmo acelerado de mi corazón me hacía desesperarme. Acomode aún con manos temblorosas la coronilla que se había deslizado en mi cabeza.

- Segura que estás bien - Sowon puso su mano en mi hombro y yo la mire tratando de sonreír para tranquilizarla.

- Pensé que no podría hacerlo... parece que el pánico llegó después - sonreí achicando mis ojos y ella relajó su mirada.

Mire a Jin y después a ella a su lado, ambos combinaban perfectamente. Yo estaba fascinada con la pareja que ellos dos hacían; ambos se apoyaban y resaltaban la grandeza del otro, su amor era puro y me gustaba que pudieran expresarlo. Yo también quería tener un amor así y me sentía bien con Yoongi aunque él parecía no estar de acuerdo al principio. Se perfectamente que Sowon y Jin tienen la misma edad y está claro que yo soy más joven que Yoongi, pero eso no me importo porque desde el principio él me dejó tratarlo como un amigo y me permitió llamarlo solo por su nombre.

Y hoy sus ojos se veían muy hermosos. Él disfruta tocar el piano, pude darme cuenta de eso. Si soy sincera, no iba a poder hacer mi presentación, estaba muy asustada cuando la brillante luz llegó directo hacia mi alumbrando mi rostro, me paralice, pero lo vi. Estaba sentado enfrente del piano y su cabeza permanecía agachada, sus ojos miraban las teclas o quizás sus manos y después de varios segundos comenzó a tocar, y olvide por completo donde estaba. Quería tomar ese momento como algo propio, porque apesar de que conociera de memoria la canción, el sentimiento era distinto y a mi parecer se escuchaba mejor, él la estaba tocando para mi y yo también quería cantarla para él.

Lo hice, la canté para él y ya casi al final me di cuenta de algo que ya sospechaba, no era tonta y tampoco lo había conocido ayer. Él escribió mi canción.

Atesoraría la letra por siempre, era el mejor de los regalos que nunca había recibido de su parte y la mejor de las miradas que pudo haberme dado, yo pagaría por qué me mirara de esa forma de nuevo.

Como siempre, solo Yoongi lograba mantenerme estable.

- Solo quedan las últimas dos escenas - Jin me extendió una botella de agua - ¿Crees poder salir para el final?

Entonces lo vi regresar y mire el escenario, era el turno de Yo.

No tocarás su canción ... ¿No la escribiste tú?.

- No lo hizo - me respondí en voz baja.

- Que dices, Yewon - Jin siguió mi mirada y yo volteé a verlo rápidamente.

- Nada, nada - moví mis manos en señal de excusa - Estoy bien, puedo salir para el final.

Entonces él sonrió y me dijo que no me esforzara, pero ya no tenía que hacerlo, mi tiempo de actuación había terminado.

Siempre suelo detestar las cosas que me producen ataques de ansiedad, pero hoy fue diferente. Estar arriba del escenario me gusto más de lo pensé, quisiera volver a intentarlo, quiero ser mejor, superar cada una de mis presentaciones porque el sentimiento de emoción y un poco de adrenalina siguen estando en mi y fue agradable transmitir al público un poco de mis crudos sentimientos.

Quiero ir con Yoongi y decirle todo esto, pero no sé en donde se ha metido. Tampoco sé por qué siempre que me pasa algo bueno o descubro algo tengo la necesidad de decírselo, pero quiero que sea mutuo; que él también quiera contarme sobre si.

Esperar el final fue algo que no quise que llegara y como cualquier buen espectáculo, los aplausos no se hicieron esperar. Me gusto mucho el momento en que nombraron mi nombre y al salir a la plataforma todas las personas aplaudieron emocionadas, pude ver a mis padre muy contentos y a mi hermana dar saltos de emoción con su amiga.

Estaba muy feliz, esta clase de sentimiento lo guardare en mi por siempre y es que creo nunca poder olvidar la primera vez que pise un teatro, la primera vez que cante ante un publico, la primera vez que recibí aplausos.

Y solo falta una única cosa que me haga sentir la persona más afortunada de todas, por esa razón cuando nombran al equipo de la facultad de música, mis ojos se mueven velozmente en busca de él. Lo encuentro al final de la fila y sonrió un poco porque se ha quitado los broches del cabello pero aún sigue vistiendo la toga, sinceramente al principio quise que me dejaran hacer su vestuario pero sabía que no lo iba a hacer tan bien, fue mejor dejar que alguien más lo hiciera. No lo pierdo de vista aún y cuando cada uno sale del escenario y solo en el momento en el que está por bajar de la plataforma regresa a verme, mis ojos tiemblan por unos segundos. Su mirada es diferente, más cálida tal vez o soy yo quien la ve diferente por la cantidad de emociones que e conocido en un mismo día. Aunque no puedo ser solo yo, no cuando él me sonríe de forma sincera y baja como si nada del escenario.

Esta feliz.

Nunca me había sonreído antes de esa forma, ni siquiera sabía que podía hacerlo y nadie puede culparme por emocionarme de más, porque en el momento que su perfecta dentadura se mostró a través de sus labios y mientras sus ojos se curveaban haciéndolos parecer que estaban cerrados, mi corazón vibró... igual que la primera vez que lo escuché cantar.

💓🦜


Hay otro después de este, solo les aviso por si las dudas.

Dear Bird Donde viven las historias. Descúbrelo ahora