UN NUEVO MUNDO [SUPERCORP]

CAPÍTULO 2: EVOLUCIÓN

Curiosidades:

Sam tiene 39 años, mientras que Lena tiene 20 años. Alex aparenta 22 años y Kara de 19 años.

Sam confunde a Alex con un chico por el corte de cabello y el físico, pero es mujer.

. . . . .

- ¿Sirenas?... ¿Sirenas reales? ¿Esas cosas que tienen una aleta en vez de pies? - Cuestionó la castaña con una sonrisa burlona. - ¿Por eso los cazadores no se acercaban a las orillas de las playas tras los jabalíes? Eso es estúpido. - Dijo soltando una pequeña risa.

Lena se encogió de hombros volviendo a su lectura.

Había escuchado ciertos rumores por ahí sobre las "criaturas del mar" y la rivalidad que poseían con la comunidad en donde se encontraban. Sonaba fantasioso puesto que la forma en que se las describían en la tierra era distinta, los describían como "peces" estúpidos fantasiosos que atraían a los marineros de la antigüedad para devorarlos, pero solo eso, quedó en solo fantasía. Un mito entre la humanidad desde tiempos antiguos para asustar a los piratas descuidados.

Samantha se continuó riendo en voz baja mientras caminaba de un lado a otro por la cueva. Por lo que leía en los pergaminos que había adquirido de la biblioteca los describen de forma diferente. Al parecer podían estar fuera del agua por mucho tiempo sin necesidad de un poco de agua, no decía algo de que tenían aletas como piernas o escamas, los describían como personas como los salvajes o como Sam y ella. Eran letales tanto en el agua como en la tierra, rápidos, fuertes y con una personalidad nada agradable.

- ¿Qué tal con el chico que me decías? ¿Es guapo? - Indagó la azabache con una sonrisa amplia, pero a la vez con burla. -

- Cállate, él no es nada mío, ni siquiera le dirijo la palabra. Me estuvo acosando varias veces como un depravado, ¿Yo que iba a saber que poseía un rango importante en la milicia cuando le golpee en los testículos? - Se quejó. Lena soltó una carcajada al mismo tiempo que su rostro se volvía rojo. - Eso no le quitaba lo estúpido. Y al parecer no le quedó muy claro de que no lo quiero cerca de mí. -

- Pues parece que le interesas mucho. - Comentó Lena. - Tienen su diferencia de edades, él es muy joven como de mi edad, pero al fin y en cuenta le atraes. -

- Seguramente solo quiere sexo. Eso es todo, ¿Acaso te haces la ciega cuando fija su mirada en mí? ¡Parece que me quiere desnudar ahí mismo el muy cínico! -

- ¿Y aquel "arrimón"? - Preguntó mirándola de forma sospechosa.

- ¿Qué "arrimón"? - Se hizo la desentendida poniéndose nerviosa.

No era la primera vez que Sam era acompañada por el pelirrojo hasta donde se encontraba su nuevo hogar junto a Lena. Ganas no le faltaban para derribarlo del techo de las cuevas con el láser, mandarlo a volar y que se desplome en un lugar lleno de heno. Era un acosador simplemente. Aquellos golpes que le había otorgado no se los había recibido en claro, no le molestaría en absoluto volverlo a hacer, sin embargo, era un militar con un rango alto entre los exploradores y los guerreros de la comunidad. Un general por así llamarlo y más entendible.

Ni siquiera se molestaba en ocultar el rostro tras la máscara de la armadura, claro, Sam podría perder la poca paciencia que le quedaba en el interior en cualquier momento. Y, no tendría porque razonar en no cortarla la cabeza al muy depravado.

Después de varios minutos, volteó hacía todos lados. Ya se había desaparecido de su vista sin siquiera notarlo y eso la tranquilizaba. Solía desaparecerse de la nada y dejarla tranquila, pero no fue en ese momento. Desde un callejón cercano a su cueva, sintió que jalaban de su brazo bruscamente, no con la intención de derribarla ahí dentro, no. Si no, para acorralarla. Así es, la tenía acorralada, los brazos a los costados de su cuello. Sintió su corazón latir violentamente al ver aquellos ojos marrones, a quien pertenecía el rostro delicado. Antes de siquiera comenzarle a amenazar de volver a golpearle los testículos nuevamente, sus reprimendas fueron calladas por la boca del chico. Un fiero beso que la había dejado prácticamente en shock, no pudo reaccionar a tiempo, siquiera sabía cuanto tiempo pasó desde que ambas bocas hicieron contacto y se movían por si solas.