UN NUEVO MUNDO [SUPERCORP]

CAPÍTULO 20: MÍA

- < ¿Me vendieron? > -

- < No, no te vendimos a nadie. > - Aclaró Lena con una sonrisa. - < Lo hicimos por una alianza, tu madre necesitaba un ejército para vencer a Daxam, para ayudar a nuestra comunidad. > -

- < Basta. > - Kara se levantó de su asiento dirigiéndose hacía Sofía. - < Hija, necesito a esos hombres. Haslo por mí, por tu madre. > - Le tomó del brazo, un agarre con fuerza. - < La chica con la que estabas a punto de aparearte es con la persona que estarás. Se suponía que vendría por ti a cuando cumplieras dieciocho inviernos, pero... Se adelantó. > - Le echó una mirada amenazante a Mera sentada junto a Lena.

- < Es por eso que jamás te quejaste conmigo por algo, por ser débil e inútil. Me estaban criando como un animal para el matadero. > -

- < Eso no es cierto. > - Negó Lena.

- < ¿Ah, sí? ¿Por qué no se lo preguntas? > - La señaló con la cabeza a su madre Kara. - < "Las crías que son débiles no deben ser parte de nuestra comunidad." La escuché decir eso en una de sus juntas, cuando tu no podías estar presente. ¡Solo me mantuvo en la comunidad por ese maldito ejército, ya me hubiera deshecho como cualquier basura! > -

- < ¡Ya basta! > - Le rugió Kara apretándole con fuerza. Sofía cerró los ojos por el dolor que sentía. La rubia al ver que la lastimaba le soltó velozmente. - < Sofía, necesito que estes con ella por el momento... > -

- < ¿Disculpa? ¿Por el momento? > - Interrumpió Mera levántandose del asiento. - < La alianza es permanente, no por el momento. Sofía debe estar con Melania. A menos que no desees el ejército por supuesto. > -

- < ¿Hay más cerveza? > - Interrumpió Arthur levantando el gran vaso de madera. - < ¿Te vas a tomar el tuyo, amorcito? > -

- < Arthur, estamos en medio de algo. > -Murmuró dándole un golpe en el brazo discretamente. - < Ponte serio. > - Regañó.

- < Es que... Tengo sed. > -

Las puertas de la sala de juntas se abrieron. El hechizo sobre Melania había desaparecido por completo volviendo a su apariencia normal.

Sofía se quedó estática viéndola. Aquella chica que se le había acercado, no era lo que aparentaba. No era una adolescente. Era una mujer de la edad de sus tías y madres. La capa que llevaba puesta poseían los símbolos que vio en sus pergaminos. Atlantis, Atlantida. El tridente y el Tiburón.

- < Sirenas. > - Murmuró asustada. - < Sirenas. > - Repitió. Las sirenas devoraban carne, carne humana como la suya. Sus piernas viraron en dirección a la puerta, pero su madre Kara la detuvo tomándola del brazo. - < ¡No quiero, no, me va a comer! > - Gritó aterrada, forcejeando.

- < Oh, sí que te va a comer. > - Comentó Arthur con sarcasmo, riéndose de la situación. - < ¿Qué? No me miren así, se la va a comer. > -

La joven rubia se mostró más asustada con ese comentario.

- < Para que nuestra alianza funcione a la perfección. > - Comenzó a hablar Melania llamando la atención de todos los presentes. - < Quiero que me marqué aquí. > -

- < ¿En la sala de juntas? > - Preguntó confundido el tritón.

- < ¡Absolutamente no! > - Gritó la rubia.

- < ¡No en la sala de juntas, depravado! > - Gritó. - < En una alcoba bien amueblada, con velas aromaticas, un ambiente acogedor... En el palacio. > - Sonrió.