CAPÍTULO 23: PESADILLAS

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- Últimamente pienso que me estoy volviendo loca. -

- ¿Lo dices por las pesadillas? - Kara asintió volviendo a relajarse en el sofá. La película no era muy interesante como par aguardar silencio por horas. - Tus pesadillas son raras. Desde que fuiste con Barry las has tenido, ¿Qué pasó? - Su hermana mostró interés en ello.

Kara bebió un poco de su cerveza de raíz mirando a su hermana. Sabía que cualquier cosa que diría, una pequeña mentira se daría cuenta de inmediato.

- No recuerdo mucho. - Comenzó. Desde ese inicio ya se encontraba frunciendo el ceño. - Ayudé a Barry y a Oliver con el problema de la distorsión de la realidad y... De ahí nada, solo mi primo y yo en la granja. - Dijo con extrañeza en su propia voz. - No sé. - Miró a su hermana un tanto ida.

— Cuéntame de las pesadillas. ¿Cómo son? -

— Es bastante extraño . - La rubia sonrió un tanto nerviosa recordando la pesadilla de esa noche. Negó con la cabeza, sin embargo, su hermana se acercó a ella deslizándose por el sofá hasta estar a pocos centímetros de su cuerpo. — Estoy en... Una comunidad que está rodeada de un enorme muro, un bosque extenso, edificios en ruinas... Una playa. —  Comenzó a explicar las pesadillas recientes. —  Estás ahí, está Samantha, Lena... Mon-El y... Una mujer. —  Por su mente pasó la imagen de una mujer alta y con el rostro completamente deformado por la ira mirándola directamente. —  Está enojada conmigo, pero no sé porqué. Esta noche tuve una pesadilla distinta. -

Alex bebía de la cerveza de raíz tratando de encontrar sentido a lo que su hermana le decía, en ese momento, no dijo nada más, se quedó callada con la vista en la nada.

— ¿Y? ¿Qué fue distinto esta vez? -

— Todo... Estaba destruido. - Un par de lágrimas inconscientes salieron de los ojos de la rubia. — No la comunidad. El planeta, todo se destruyó. Naves asesinando todo a su paso. — Kara comenzó a susurrar con un rostro completamente pálido y sin expresión alguna. La rubia parpadeó varias reaccionando, se acomodó en el sofá con perplejidad. — Supongo que... La destrucción de mi planeta me sigue aún. Las personas ahí representan mis seres queridos. —

— Es lo más seguro, Kara. Te aconsejo que cada vez que vayas a dormir te tomes un té de limón o de manzanilla. Te relajarás. —

Kara volvió al trabajo en Catco después de una hora de descanso. Realmente tomaría el consejo de su hermana, no podía seguir con esas pesadillas más tiempo sin volverse loca, de que confunda los sueños con la realidad.

Su vida se había vuelto intranquila después de que volvió. Sentía profunda tristeza y a la vez, ira, pero ¿por qué? No tenía porque sentir eso, no era común que ella sintiera eso. ¡Era Kara Danvers! No sentía ira tan descomunal, era extraño.

¡No te la lleves!

El grito en su cabeza la hizo saltar de la silla llamando la atención de varios de sus compañeros de trabajo. Su corazón comenzó a latir desenfrenado. Volvió a tomar asiento detrás de su escritorio mirando a todos lados, queriendo comprobar que no fue efecto de su audición alienígena. Esa voz la reconocía en sus pesadillas. 

Esa mujer. 

— ¿Te sientes bien, Kara? -

Kara volteó a ver a Nia detrás suyo, su rostro expresivo de preocupación causó que sonriera un poco para no levantar sospecha.

— Hola. -

— ¿Estás bien? - Volvió a preguntar igual de preocupada. — James me ha dicho que has estado actuando muy extraño últimamente. -

UN NUEVO MUNDO [SUPERCORP]Where stories live. Discover now