UN NUEVO MUNDO [SUPERCORP]

CAPÍTULO 3: LA PLAYA

Lo que Lena buscaba era demás. Sí, le importaba lo que ahora era su hogar, pero era curiosa por herencia genética, necesitaba saber cómo han sobrevivido ellos, cómo han encontrado toda aquella tecnología. Muchas dudas que quería resolver para poder acoplarce de la mejor manera.

Le encantaban las instalaciones; química, médica y talleres de excelencia de ingeniería.

¿Cómo comenzar? Colándose por el inmenso lugar de los líderes. El terreno era grande, era un palacio lleno de guardias y de defensa calificada. Podría entrar por alguna invitación o algo así, Lena daría lo que fuera por estar involucrada con los científicos que ahí dentro trabajaban.

- No puede ser. - Fijó el analizador en la chica rubia que se encontraba hablando con el sujeto que les dio la oportunidad de estar ahí. Se encontraban en el balcón del segundo piso, solo eran unos ocho metros. Sonrió ampliamente para sí misma, si no llevara la mascara puesta, las personas pensarían que era una cínica. - Ella es mi clave. -

- < ¡Eh, tú! > -

- Rayos. - Se volteó lentamente en dirección al guardia. - < ¿Se le ofrece algo, oficial? > -

- < Muy graciosa. > - Se frustró el guardia. - < ¿Qué hace una exploradora tan lejos de su cuartel? > -

- < ¿Lejos? Vaya, no me había dado cuenta. Gracias por avisarme. > - Se hizo la desentendida de inmediato.

- < Si te quieres meter en líos, hazlo, pero lejos de aquí, muchacha, suficiente problemas tenemos con los estúpidos peces del mar. > -

- < Sirenas. > -

- < Sirenas y Tritones. Agh, son desagradables, buenos, basándose en su caracter, físicamente son atrayentes y eso los hacen peligrosos. Pueden sacarte útil información sobre nuestra comunidad. > - Le soltó. - < Si vas a la playa, no intentes atacarlos, esos malditos tienen una piel dura como si fuera una armadura pesada. Muy difícil de asesinar. > - Él se acercó a la azabache. - < Ni se te ocurra molestar a su reina. Es muy cínica. > - Lena quedó fascinada en vez de aterrorizada. - < ¡No te metas en líos, exploradora, largo! > -

Lena pegó un pequeño salto alejándose de la entrada principal del palacio.

Al bajar por el centro, por el mercado principal, muchos se quejaban de que el pescado se agotaba como alimento por culpa de que los Tritones echaron a la defensa de la costa.

Se acercó a un sujeto, diciendo que llevaba años pescando en aquella zona y necesitaba el trabajo. El típico viejo gruñón que se enojaba con todos por lo que pasaba.

- < ¡Esos malditos asesinaron a la mitad de la defensa! ¿¡Qué quieren que haga, eh!? ¿¡Sentarme y abandonar mi trabajo!? ¿¡Qué hace la Milicia!? ¡Nada! > -

- < ¡Asesinaron a mi hija! ¡Exijo justicia! > - Gritó una mujer llorando.

La guardia los calmaba, pero no funcionaba del todo. La mujer se acercó a ella llamando su atención. No soportaba verla así, los ojos rojos de tanto llorar y la mirada de súplica que poseía. ¿Cómo podrían ignorar algo así?

- < Eres una exploradora, ¿No es así? > - Lena no pudo mentir, así que asintió. - < Por favor, sé que te pido mucho, pero... Necesito algo de mi hija para un entierro formal para que Rao la acepte. > -

- < Yo no... > -

- < Por favor, necesito un collar que ella siempre llevaba, trabajaba en la caseta tres del Sur. Es de plata, tiene el dije de un pequeño colibrí, te pagaré si me lo traes, por favor... > -