UN NUEVO MUNDO [SUPERCORP]

CAPÍTULO 18: BRUJAS DEL MAR, I

- < ¡Wanda, regresa ahora! > -

La castaña volteó rápidamente hacía unos de sus guardias. La había encontrado después de una hora de desaparecer de su alcoba, volvió la vista hacía el lado vacío en donde se había encontrado Sofía apenas unos segundos, pedía a Rao de que llegara bien a su habitación y no se haya equivocado en utilizar el hechizo.

Corrió en dirección a la hostelería en la playa.

Al entrar se encontró con Wills, el tabernero, al hombre que le contaba casi toda su vida por aburrimiento.

- < ¿Qué andas haciendo a estas horas fuera? > -

- < Practicando. > - Respondió subiendo las escaleras, sin llegar a mirarlo.

Volvió a su alcoba con desgano. No tenía ganas de dormir en ese momento, solo deseaba ayudar a sus padres como fuera posible. Necesitaba practicar más en sus poderes o terminaría atrayendo más personas desconocidas por los portales futuros.

. . . . .

Destruir su cama accidentalmente la guiaron hasta las habitaciones desocupadas, sin embargo, le daba terror dormir en una habitación distinta que no fuera la suya por lo que le pidió a su hermana dormir con ella esa noche.

Compartieron la inmensa cama. Era demasiado cómoda comparada a la que fue suya, puesto que la quitó ese tipo para tener espacio para sus estanterías.

No fue que se despertó demasiado temprano esa mañana después de pasar una noche demasiado extraña con aquella bruja del mar. El chirrido y los movimientos bruscos de la cama la despertaron lentamente. Abrió los ojos de forma pesada, volteó su cuerpo al lado donde se suponía que dormía su hermana.

Pronto se acostumbró a la iluminación tanto del día como las velas alrededor automáticas de la habitación.

- < ¿¡Qué diablos... !? > - Se espantó al punto de caer por su lado de la cama.

Su hermana se encontraba encima de una chica teniendo relaciones sexuales con ella obviamente.

- < ¿Está bien? > - Preguntó la mujer preocupada.

- < ¿Te golpeaste, hermana? > - Preguntó algo preocupada.

- < No, estoy descansando en el maldito suelo. > - Respondió con sarcasmo levantándose velozmente. Se les quedó mirando casi con repugnancia. - < ¿¡Lo estabas haciendo mientras dormía!? > -

- < Son mis visitas matutinas. A mis madres les molesta que les roben el tiempo en las tardes. > - Se tapó los ojos al momento en que rompieron el contacto sexual de sus intimidades. No es que haya visto a su hermana desnuda, se bañaban juntas cuando podían, pero no quería faltarle el respeto a la chica. - < Ya sabes, deben pasar tiempo con nosotras. > -

- < ¿Quieres unirte? No me molestaría hacer un trío. > - La mujer se acercó gateando hasta llegar al otro extremo de la cama con una sonrisa depravada. - < Dos hembras dominantes son mejor que una. > - Murmuró relamiéndose los labios.

Trató de solo mirar al rostro de su hermana, sin intenciones de bajar la mirada. Tal vez fue mala idea, por como movía su mano en el trasero de la chica, sí, había leído cierto pergaminos y estaba segura de que estaba haciendo lo que alguna vez vio explícito (En imágenes) en uno de aquellos pergaminos. La chica siquiera se quejaba, más bien disfrutaba.

Iba a quejarse nuevamente, diciéndole que lo que hacia estaba mal, pero la chica se lanzó tomándola de la cintura y acercando peligrosamente el rostro a su entrepierna. Su rostro se volvió carmín rápidamente al sentir la boca de la mujer atrapando parte de su miembro por sobre el pantalón.