CAPÍTULO 27: CONSCIENCIA

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Thais arrastraba el cuerpo por la sala ante los ojos desaprobatorios de la castaña. En la ropa de la azabache no había rastro de sangre en la ropa, pero el sujeto seguía respirando como para durar todo el ritual que haría.

Se acercó a la mesa donde su compañera depositó al sujeto boca arriba, no era más que cinco minutos. Improvisando, tomó un frasco de vidrio y la tapadera colocándolas al lado de la cabeza del herido. Le indicó que tenía que dejarlo ahí, que no se moviera, por lo que Thais colocó una de las manos sobre el pecho del hombre haciendo presión hacía abajo.

- Aquí vamos. -

Puso las manos a los lados de la cabeza, cerró los ojos y trató de centrarse en lo que deseaba.

Mientras tanto, Thais solo podía esperar a que terminara. Jamás le gustó hablar de la hechicería, ni de las brujas del mar que molestaban a su madre, desde niña la aborrecía por el mero hecho de que ninguna bruja o brujo curó a su hermana de pequeña.
Puros charlatanes que querían alojamiento y dinero.

Entonces, ¿por qué tenerles miedo? ¿por el mero hecho de que se encontraban aliados a la reina del océano?

El hombre abrió los ojos bruscamente llamando su atención, comenzó a removerse en toda la mesa hasta el punto de tirar cosas al suelo y forcejeando con ella. No tardó en detenerse, cerrar los ojos lentamente... Había muerto, no sin antes dar ese último suspiro.

Suspiro que Wanda necesitó meter al frasco antes de taparlo.

- < ¿Es todo? > - Preguntó incrédula. Thais desvió la mirada al frasco, el aliento del hombre se volvió como si de humo negro se tratara. Wanda le extendió el frasco indicándole que acercara el rostro, ella lo hiso, se acercó lentamente cuando la castaña lo abrió un poco, el humo comenzó a salir en pequeñas partes hasta adentrarse a sus fosas nasales. Se alejó repentinamente ante el horroroso olor. - ¡Aleja esa cosa de mí! - Gritó tapándose la nariz. - ¡Cualquier cosa que vayas a hacer con eso no...! - Se detuvo al escucharse así misma, observó la ligera sonrisa fanfarrona de la castaña indicándole que, en efecto, si funcionaba. - Sí funcionó. -

- Lo sé. Soy una bruja hecha y derecha. - Dijo orgullosa fingiendo quitarse lágrimas imaginarias. - Iré por Natasha. - Mencionó el nombre con completa formalidad y burla al mismo tiempo. - Desaparece el cuerpo. - Dijo antes de salir en busca de la nombrada.

- Rayos. -

. . . . .

. . . . .

Los ciudadanos miraban atónitos la escena. Un nuevo robo se había presentado en la ciudad al Este, no era por que haya sucedido algún asesinato en particular. No. La mirada de todos se centraban en la heroína.

Parecía estar divirtiéndose golpeando a los ladrones sin darles ni un segundo para que fueran a subirse a las camionetas. Además, la atención también se encontraba en el atuendo que usaba. Típico traje completo con una falda, botas y capa se esfumó dejando a la vista un atuendo más rebelde y llamativo como la chaqueta de cuero, los pantalones rasgados y botines negros. No hablar del cambio de peinado, la cabellera dorada se encontraba ligeramente despeinado, casi echado a perder, como cabellos de un león.

Cabellera salvaje.

- < ¿Qué pasa, inútil? ¿Necesitas a tu madre para vencerme? > - El hombre bajo su bota respiraba con dificultad ante la presión. No sufría, más bien guardaba rencor por lo que le pasaba. - < Si vas a robarles lo que le pertenece a estos impuros, hazlo bien. > - Quitó de encima el pie, no sin antes golpearlo en la cara para dejarlo inconsciente. - < ¡Va! ¿¡Quién sigue!? > - Por puro instinto de los demás trataron de huir a arrastras, queriendo alejarse de la rubia a duras penas. La policía llegó corriendo hacía los ladrones para esposarlos, ninguno se había salido con la suya.

UN NUEVO MUNDO [SUPERCORP]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang