CAPÍTULO 19: BRUJAS DEL MAR, II

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Es un simple hechizo de edad.

Así era.

Un simple hechizo de edad.

Se emocionó mucho cuando volvió a verse en el espejo, verse de nuevo como una adolescente. Sintió su rostro con las yemas de los dedos, extrañaba mucho esa apariencia, pero solo era eso: Apariencia.

- < Te pondrás este atuendo kriptoniano. > - Señaló la ropa sobre la cama. - < Y las botas. Es lo mejor que pude conseguir para ti. > -

Notó que su vestido de noche le quedaba más que ancho, dejando que la tela fina tocase el suelo helado.

Sonrió con fascinación, a pesar de que volvía a aparentar una adolescente, la humanidad en ella seguía eliminada.

Se acercó a la cama cambiando la bata de seda por las típicos atuendos que los pueblerinos de kriptón usaban. Sería todo un reto mezclarse entre ellos, entre esos animales.

. . . . .

Melania no era de acercarse al muro de kriptón a menos que fuera muy, muy importante como lo fue el nacimiento de Sofía. Recordaba que todas las miradas estaban sobre ella, miradas de terror y pánico de la gente como si estuvieran esperando ya la muerte. No le faltaban más ganas de haber concluido con aquello, pero necesita a Sofía, cualquier pequeño error, Kara rompería la alianza que habían creado, mucho más tratándose de su hija.

La locura que estaba haciendo ahora, por ejemplo.

Los guardias de una de las grandes puerta la miraban con sospecha, Mera no podría entrar sola sin dar la tonta excusa de que eran granjeros visitando la ciudad para unas pequeñas compras. Existían chapas de identificación para cada familia para poder ingresar en el interior del muro. Tanto con magia como con tecnología eran fáciles de crear y engañas hasta a la guardia real.

- < Granjas del Este, se dice mucho que en las costas cerca de ahí se encuentran los piratas, ¿Es verdad eso, señora? > - Preguntó uno de los sujetos con bastante interés.

Mera sonrió acercando a Melania a ella.

- < Lo bueno es que no han causado problemas con nuestra familia. Estamos bien. > -

Los dos sujetos asintieron haciéndose a un lado. La puerta se abrió, desde arriba en el muro, se podía ver a varias personas con trajes de la Milicia preparados para cualquier cosa, armados hasta los dientes.

Entraron con facilidad y sin sospechas.

Al entrar había dos torres de vigilancia de cada lado, mucha seguridad para el gusto de ambas. El mercado se encontraba en el centro de la comunidad donde conseguirían la tela.

Mera, por si acaso, le puso una capucha a Melania. No cualquiera podía tener esos rasgos asiáticos. Las personas que conocían cara a cara a la reina de los mares la describían de esa forma, solo pocas personas se han visto que pertenezcan a la cultura de la mujer.

Continuaron su paso sin mirar a nadie. Los kriptonianos nada más se preocupaban por sus deberes y obligaciones ignorándolas, era una ventaja buena.

Escucharon gritos provenir cerca del centro. Mera la dejó dirigiéndose a las tiendas del mercado, mientras que Melania seguía los gritos de la multitud.

Llegó a un especie de estadio arrinconado, la gente sentada en las gradas viendo el espectáculo: Un par de hombres peleando, ensangrentados y bastante sucios. Animales, pensó. Hubo dos personas que salieron por una puerta debajo de las gradas, bien vestidos y borrachos al parecer. Se adentró por aquella puerta por simple curiosidad. Siguió el gran pasillo encontrándose con más gente divirtiéndose ahí, toqueteándose y bebiendo.

UN NUEVO MUNDO [SUPERCORP]Where stories live. Discover now