CAPÍTULO 8: INFORMACIÓN

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- La guerra no cambia nunca. -

- Cariño, se nos hará tarde. Deja de empañar el espejo. -

- Ya voy, papá. -

Todo era lo típico ese día.

Levantarse, ducharse, vestirse, desayunar e ir al colegio. La vida era tránquila en ese tiempo, no había tantas personas por el peligro de extinción de los humanos en el planeta a causa del cambio de clima extremo.

Una persona nunca sabe cuando cambiará su vida.

- Esta mañana se ha iniciado el proyecto de la NASA. Varias plataformas espaciales han sido lanzadas junto pilotos expertos en busca de un nuevo hogar allá afuera... En el espacio. -

- Que tontería. Si no hemos cuidado este planeta mucho menos el que encontrarán. -

- Hoy tengo una junta importante con los directivos del proyecto. - Habló el hombre mayor. - No estuve muy de acuerdo con esos lanzamientos, aún no están capacitados para estar ahí fuera. -

- Lo mismo pienso. -

- Deseame suerte, niña. - Le sonrió.

En cuanto lo viera salir de esa puerta, pensó que jamás lo volvería a ver.

Esa mañana, unos horas después, todo comenzó nuevamente. Las alarmas del pueblo donde se encontraba sonaron, se escuchaban por todas partes que los tímpanos le dolían.

Salió de casa asustada, aterrorizada. Las personas corrían de un lado a otro buscando a sus familiares y un lugar seguro donde quedarse. Por su parte, su padre le había enseñado aquel lugar.

El refugio.

Colina arriba.

- ¡Todos los que estén en la lista podrán entrar! - Escuchó al soldado que se encotraba en medio del camino. En sus manos poseía una lista, las personas juraban estar en aquella dichosa libreta, pero no les permitía el paso. - Señorita Danvers, su padre ha llamado, siga colina arriba, a la plataforma. - Ordenó.

Era reconocida por ser hija por un viejo ex-militar, veterano de cientos de guerras de tiempo atrás.

Se sentía abrumada y extraviada. Lo único que podía hacer era seguir al soldado que la guiaba a la plataforma. Dos veces miró hacía atrás buscando con la mirada a su padre. No estaba ahí. No estaba para cuidarla.

- ¿Qué va a pasar con esas personas? -

- Eso no importa. Suba a la plataforma. - Señaló el lugar.

Ella frunció el ceño ante esa respuesta. Todas esas personas luchando por atravesar la reja eran conocidos de la familia, no podía pensar en dejarlos atrás, sin embargo, ¿Qué podía hacer ella? Era una simple chica pasando la adolescencia con el don de que nadie le preste atención.

Se escucharon disparos.

Los gritos de horror de sus vecinos.

- ¡Dios mío! -

El cielo se había tornado negro. El señor Billeg señaló detrás.

Bombas.

Bombas núcleares cayendo al suelo. El estruendo que causaron produjo pánico. Se vio como si dos soles al mismo tiempo colisionaran dejándolos perplejos y asustados.

- ¿¡Acaso este trasto no puede bajar más rápido, demonios!? -

Uno de los vecinos se volvía loco para que la plataforma bajara rápido. El intenso aire a penas los tocó cuando llevabamos un par de metros bajo tierra. Caliente. Ardía.

UN NUEVO MUNDO [SUPERCORP]Where stories live. Discover now