danger

XXXV

"Hola, mi cielo. Algo de mi sabía que ibas a venir después de pasados unos días, aunque supongo que no voy a saber cuántos fueron en realidad. Capaz veas esto mañana, o en dos días, o nunca... aunque espero que sí.

Sabes que siempre fui más de las cartas porque me cuesta exteriorizar lo que siento, pero esta mañana abrí mi boca por primera vez y eso arruinó todo, confirmando que si, efectivamente, soy un chico más de las letras.

Le conté a papá y a mamá de vos, porque me cansé de esconderte como si fueras un muñeco por puro miedo. Les dije poca cosa, no le hablé ni de tu precioso pelo marrón ni de tus marcados hoyuelos, mucho menos de tu cuerpito blanco que tanto amo. Les dije que sos mi novio, que te quiero y que ya soy grande como para decidir. Te podrás imaginar cómo terminó y, a esta altura, por qué razón te escribo en este papel.

Me voy, Tato. No sé a dónde.

Estoy lastimado, pero esta vez trascendió lo físico y estoy muy herido a nivel emocional. De más está contarte que me cagó a piñas y que te escribo esto llorando en mi cuarto, mientras mi viejo me grita desde abajo que me apure, que nos vamos. No sé a dónde, Tato, no sé dónde mierda me lleva. Mi madre me miró con asco, pero pude ver un poco de pena en sus ojos cuando me vio tirado en el piso después de tantos golpes que me dio este hijo de puta.

Tengo miedo, amor, y no puedo hacer nada. Te quiero cuidar, si me escapo y me voy con vos, papá me va a ir a buscar y capaz que te lastima. No me puedo arriesgar a que le pase algo grave a lo mejor que me pasó en esta vida de mierda.

Por favor, Tato, sé feliz ¿sí?, sé que lo que te pido es egoísta dado que soy yo el que me voy. Pero no puedo pedirte que me esperes porque realmente no sé cuándo voy a volver.

No quiero que tus ojos marrones se apaguen por mi culpa, cielo.

Tenes las estrellas más brillantes del mundo encerradas en esas pupilas.

Nos reencontraremos, mi amor. Perdoname por todo.

Santi"