Capítulo 4°: El peor error.(Editado)

5.7K 339 10
                                    

>Lo arruiné.< 

Es lo único que pienso al ver como la rubia, tras mis palabras empieza a fingir dolor. 

—Ricky, ¿haz visto lo que me ha dicho está perra?—dice mientras pestañea exageradamente.

—Lo sé linda, será castiga con el peor de los castigos. —Te fue advertido que no volviera a pasar, y mira...—dice para mirarme de pies a cabeza.

El Alpha susurra algo al oído de la rubia y está sonríe de manera vengativa hacía mi. El parece comunicarse con  unos guardias, los que rápidamente sostienen mis brazos haciéndome casi elevar, no se donde me llevan solo están ellos dos y el Alpha. Tengo miedo, no sé si llorar o suplicar, aunque lo más probable es que nada de lo que yo diga lo haga cambiar de opinión.  Cuando salimos del salón de fiestas, colocan una venda en mis ojos, lagrimas de mis ojos empiezan a salir, tengo miedo, mucho miedo.  ¿Porque no simplemente me callé como toda mi vida lo e hecho?, ¿porque?

Creo que hemos salido de la casa, siento el frío de la noche golpear mi piel, me suben a un auto. No sé donde voy o en que dirección vamos. Solo puedo pensar en ese sentimiento de impotencia y angustia  porque a pesar de que se que merezco esto, no pude despedirme de mis padres y hermanas, se que donde voy, no volveré, se que probablemente muera y que a mi corta edad, nunca puede encontrar mi media mitad, mi mate.

Después de casi 37 minutos de recorrido, soy bajada a la fuerza de camioneta. Caigo a la tierra y me levantan los mismo hombres al parecer estoy en el bosque pues sentí, las hojas. ¿Me dejarán aquí abandonada?

Caminamos dentro del bosque por unos cuantos minutos hasta que unos de los guardias me suelta y se escucha como abren una puerta que al parecer es de metal.

Bajamos unas escaleras, soy arrastrada hasta  una silla, amarran mis brazos a la silla y quitan de manera grotesca la venda de mis ojos. Parpadeo lentamente para acostumbrarme a la poca luz que hay, miro a los costado para ver un colchón en el piso, sangre seca en las paredes y de frente a mi el Alpha y los dos guardia una a cada lado de el.

Las lagrimas caen, pero no emito ningún sonido, hasta que el Alpha habla.

—Sabes, eres la número 7. —Pensé que mi pequeña investigación de encontrar este olor había terminado, pero no, gracias a tu rebeldía pude encontrar la fuente de este olor. Resulta que eres tu, no eres mi mate y que bueno que no lo seas, porque que asco. Un Alpha con una Delta. Ridículo.—sin ninguna expresión en su rostro. Quieto en el mismo lugar y su voz ronca pero fuerte razonando en este lugar. 

—Me gustaría saber si te robas los jabones o perfumes de la pareja de Thommas, los Deltas como sabes bien, no tienen permitido ese lujo. Tu castigo será doble porque es seguro que los robas, además que serás castigada por la falta hacia mi pareja. —hace un ademán hacia mi y uno de los guardias se acerca a mi para empezar a romper el uniforme, hasta dejarme desnuda frente a los tres.

—N-no por favor, mejor mata me.—es lo único que alcanzo a decir, mientras más lagrimas amenazan con salir. Mi voz quebrada, rota ante la situación ya siendo muy evidente lo que el quiere hacerme. 

—En la posición en la que estás no tiene opciones de nada.—llama a el guardia que me desnudo a su lado. —Responde.—autoritario.

Apenas tengo espacio en mi cabeza para pensar en responder, tantos lamentos, tantas cosas que quería hacer, las metas que tenía, mi familia, todo se pasa por la mente ahora que estoy frente a esto. Quizás no tenga tiempo de ser hacer todo aquello y por eso mismo no dejaré pasar la oportunidad de hacer le frente a este maldito. 

—No Ricky, no use ni robe ningún tipo de cremas, me baño con agua y un trapo mojado, pues eso es lo único que tengo a mi alcance, deberías de ser consciente de lo que dices, ya que sabes los limites que tienen los Deltas y decir eso me parece una completa falta de respeto igual que muchas otras cosas.—el tono gélido en que mi voz apareció me sorprendió. La manera en que use ese nombre, que antes pensé tenerle respeto y ahora uso como burla para enfrentar a el. Pero nada se compara con su expresión de completo asombro. 

El no esperaba esa respuesta. Que satisfacción me da ver su rostro, sorprendido. Luego de mi respuesta, dio la orden que los guardias se fueran.

Una vez estábamos solos se acerca a mi y empieza a acerca su cara a mi cuerpo, me huele y empieza a repartir besos por mi cuello. No se que mierda le sucede y lo único que hago es retorcer ante su tacto, lloró, me siento indefensa, acorralada por la muerte, el no parece inmutarse ante mis suplicas y movimientos bruscos, es solo sigue.

Reparte besos por todo mi cuerpo y me siento tan asqueada que siento unas fuertes ganas de vomitar pero por otro lado me siento excitada, mi cuerpo reacciona de dos maneras diferentes es como si una parte de mi lo quisiera, pero la otra no...

Me quita las ataduras de las manos y me empuja contra en colchón, quiero correr, pero a la vez, quedarme ahí y disfrutar, se posa sobre mi y besa todo mi cuerpo, succiona y pasa su lengua por lo poco de pecho que tengo. Al parecer el asco que me tenía se le a esfumado. Ahora quiere hacerme suya, busca mi boca para besarme, pero no lo dejaré, muevo mi cabeza a ambos lados, pero a el parece se le acabo la paciencia, suelta una de mis manos para tomarme de la cara y así besar, primero es suave, pero luego se intensifica y se hace más apasionado, hasta que luego se vuelve violento, como si quiera comerme ahí mismo, mientra me besa trato de quitar mi cara de no seguir le el beso, no he movido ni siquiera mis labios pero parece no importarle.

Se separa de mi, pero no parece ser por falta de aire. 

—O cooperas o mato a tu familia.—jadeando y con tono hostil me amenaza en acabar contra mi familia. Su cabello revuelto sus labios sonrosados por el contacto le da una apariencia salvaje, que tal vez en otra situación me prendería. 

El hecho de que utilizara el poder que tiene sobre mi familia como su Alpha me desgarra. Puede hacer lo que el quiera, desterrar los o matarlos es el Alpha. Pero yo estoy dispuesta a vender mi alma a el diablo con tal de que mi familia viva. Y si es necesario por muy asqueroso y repugnante que sea, lo haré. Sin embargo se llevará una cuantas  maldiciones de mi parte. 

—No era que te daba asco, te odio, no sabes cuanto asco me das—jadeando por la falta de espacio y el peso sobre mi. —Me vengaré.—mis palabras dejan mi boca, sin siquiera pensarlo y para mi sorpresa, una sonrisa, se forma en sus labios.

Volvió a besar, aunque está vez  me deje llevar por el momento, nunca en mi vida había besado pero estaba aprendiendo y creo que lo hacía mal. Me miro y se separo de mi, cuando se quedo sin aire y mientras se recuperaba y desabrocho su pantalón. 

—¿Eres virgen?—me observo con una expresión que no había visto nunca, una mezcla entre preocupación, angustia, ganas y decepción. Mi silencio pareció ser su respuesta.

—Con tu silencio me basta para saber que lo eres. —una sonrisa picará adorno su rostro. 

45 minutos después.

Me encontraba yo en ese colchón completamente desnuda, acabada por la vida, viva pero destruida, han arrancado algo tan preciado para mi y aunque acepte por mi familia, me siento tan sucia, me siento tan estúpida. 

Aunque a pesar de que me dejo viva, nada cambia el hecho de que puede haberme dejado encerrada aquí para que muriera de hambre o por falta de agua, o cualquier otra. 

Bolga [Escapando  de el Alpha]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang