Capítulo 36°: La encontré. 4/5 (Editado)

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Amón.

Llevamos diez días.

Diez malditos días y aun no la encontramos, es inútil. Su olor no lo siento. Es como si ella ya no estuviera aquí. Pero me resignó a aceptar que ella está muerta. Para mi ya se a vuelto rutina venir a su manada hablar sobre los avances he ir me sin saber donde ella está.

Y he aquí otra ves, sentado en del lado derecho de está gigante mesa de negocios. Todos hablan entre si. Cada día que he pasado viniendo aquí es lo mismo. Lo único que hemos logrado descubrir es que el golpe no fue por un lobo. Mario su conductor, dice que no vio nada, que solo sintió el fuerte impacto.

La reunión me parece aburrida, hablan de que nadie ha encontrado nada, de que no han recibido llamadas desde manadas de otras partes del mundo. Nada. Es como si la tierra se la hubiera tragado. Los dos lobos blancos que antes estaban todo el tiempo en el "trono" hoy no están, extraño.

—En el lado norte no han encontrado nada, ya van 5 veces que realizan la búsqueda y aun no encuentran nada—comenta cabreado Jacob.

—El sur, está tan vació, no hay ni siquiera una huella que nos diga algo—el rubio, decepcionado.

—Oe-....

Narrador omnisciente.

No termina de hablar Derek cuando los dos lobos blancos aparecen puerta puerta, hablando por el link al mismo tiempo.

—¡La encontramos!—dicen orgullosos.

—¡¿Donde está?!—los ocho lobos dicen exaltados.

—El reino Demoníaco.—dicen ambos sin más.

Byron y Sam.

Nuestra habitación huele a ella, un olor tan delicioso. Su cama impregnada de lindos recuerdos de los tres dormidos. Me causa nostalgia.

Sam, parece disfrutar cada centímetro de la cama, dejando a mi sin nada. Me subo rápidamente y lo pateo, este cae al piso. Me extraña la tardanza en la que se levanta. Este solo abre el link.

—Mira esto—dice sacando con su hocico un pequeño cofre negro. Debajo de la cama, Sam.

—¿Qué es?—pregunto confundido.

Al abrir el cofre, encontramos un pequeño pedazo de papel viejo, escrito con un idioma extraño. También encontramos un frasco de vidrio oscuro y una pequeña bolsita de tela. El olor delata todo, esto es de demonios. Sabemos de la existencia de estos gracias a Mamá, habla sobre muchas cosas y entre ellas el reino demoníaco. Ella siempre quiso visitarlo, como turista claro. Sabemos que esto es la causa de la desaparición de mamá. Así que aprovechando la reunión de hoy vamos corriendo.

Aparemos por la puerta sin previo aviso y hablando por el link.

—¡La encontramos!

—¡¿Donde está?!—los ocho lobos dicen exaltados.

—El reino Demoníaco.

Amón.

Mil quinientos y mil quinientos de ambas manadas, ahora vamos corriendo a recuperar a mi mate y por su puesto Alpha de ellos. Los dos lobos blancos no me dan buena espina, para nada. Primero que todo entramos buscando negocios, nos dejaron pasar.

Narrador omnisciente.

El rey recibe a ambas manadas en su despacho. El rey mira entre penumbra todo su despacho es oscuro, parece querer intimidar, pero ninguno sede, solo silencio. Un rey, siete betas, dos lobos y un Alpha. El rey sabe a que vienen, pero el espera a que ellos se los expliquen. Amón rompe el silencio yendo al punto.

—Quiero que entregues a mi mate, se que está aquí—dice autoritario.

—Exigimos la entrega de nuestra Alpha—comenta Demian serio.

—¿De que me hablan? —Aquí no hay ninguna mate y Alpha—dice este burlón.

Todos los hombres que buscan a la desaparecida se tensan, está no es momento de bromear y menos para tomar en juego. Byron y Sam ya cansados, se transforman en humanos, si en humanos, resulta que al estar después de casi 6 meses la conexión entre lobos domésticos y lobos salvajes hizo que volvieran a sus raíces salvajes ellos podían transformarse desde hace ya mucho tiempo pero nadie lo sabía ni siquiera Mariana. Al transformar se. Nueve hombres los miran asombrados, dos hombres albinos, definidos y casi semi-desnudos, si no fuera por ropa que trajeron, al parecer ya tenían planeado revelar su forma humana.

Mariana.

Estar aquí están divertido, relajante. Todos los días que he estado aquí, he estado con Alex y David. Nuestro lazo se a formado rápidamente, tenemos una química increíble. He aprendido muchísimo sobre este reino, he visto cosas increíbles y he conocido a alguien muy amable. Sasha una chica tan honesta, valiente, fuerte. La conocí caminando entre el pueblo.

Estaba caminando, observo el mercado, los productos, cuando siento que alguien me toca el hombro.

*FLASHBACK*

—Disculpa, pero ¿donde está?—dice está impaciente.

—¿Quién?—le pregunto confundida.

—El—dice ella esperanzada.

—Conozco a mucho chicos, no se cual—le digo honesta. La invito a sentarse una mesita de uno de los puestos del mercado.

—Tu tienes su presencia, esa esencia. Tu conoces a mi Geowé—dice entusiasmada.

—Ah, a tu alma gemela, ¿te refieres a eso, cierto?—bufé. —La verdad conozco muchos chicos no sé, cual será.—le digo de nuevo.

—Pero es que, lo necesito.—dice con una voz apenas audible.

Se que se siente eso, amar a alguien y no poder demostrarse lo, querer inundar lo en besos y no poder. Tener un amor y no poder amar. Pero en su caso ella no lo conoce y yo me voy a encargar a que lo haga.

—Mira tengo seis Betas, tres ya tiene mates, quedan tres, no sé cuál es el tuyo—bufé. —Pero dentro de poco vendrán por mi, o eso espero y cuando eso pase prometo buscarte.

—¿Eres una Alpha?—pregunta entre sollozos, Había empezado a llorar tras mi palabras.

—Si, y tu pareces necesitar a ese lobo—le digo burlona, sacando un pequeña sonrisa de su parte.

—¿Como te llamas?—le pregunto curiosa.

—Sasha, Sacha Brech.—estrechando mi mano.

*FIN DEL FLASHBACK*

Sasha es un amor, he estado hablando con ella durante estos días cada vez que me la encuentro cuando voy de paseo. Incluso a venido aquí al castillo.

En cuanto a mi química con mi niño demonio y con Alex. Es porque las cenizas y >parte< de su madre están en mi. Si, ese maldito hombre "Walter", robo las cenizas y >parte< de su madre. Por eso tal conexión, pensé que eso seria de cualquier otro Demonio, pero no menos que la antigua reina de este reino Demoníaco. Entonces, ahora tengo que venir a "dirigir" mi parte del reino. La verdad no creo que funcione así, pero Alex insiste así que lo haré.

Estoy con David en la piscina del castillo, jugando con el agua. Alex me ha cuidado muy bien. Me dió una habitación muy lujosa, ropa, comida las 24 horas. Y amor de parte de el y de David. Casi siempre andamos jugando a las cosquillas. Una vez me mordieron los dos, y yo también los mordí. Aunque era primera vez así que deje un chupón, no fue mi intención lo juro.

David sale de la piscina.

—¡A QUE NO ME ATRAPAS!—me grita y empieza a correr riendo.

—¡A QUE SI!—le respondo saliendo de la piscina toda empapada.

Continuara.

Bolga [Escapando  de el Alpha]Where stories live. Discover now