Capítulo 37°: La encontré 5/5 (Editado)

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  Continuación.

—¡A QUE SI!—le respondo saliendo de la piscina toda empapada.

Corriendo y corriendo, pasando entre sombras y sombras.

Narrador omnisciente.

—Mira no tenemos tiempo para t-....—los dos hablando al mismo tiempo son interrumpidos, por un lindo niño en traje de baño todo mojado, saliendo de las sombras riéndose y más atrás Mariana en traje de baño mojada con el cabello suelto y los dos cuernos negros sobresaliendo.

Ella ríe e intenta atrapar a David, quién se esconde detrás de un hombre vestido de negro. Al ir agachada a la altura de David no ve el rostro, ni siquiera ser percata de la presencia de sus Betas.

Mariana.

—Eres un tramposo, no se vale que te escondas detrás de Alex.—digo para endrezar me, mientras subo puedo ver su cara, sus facciones, el hombre más perfecto que he visto en el mundo y alado de el uno exactamente igual si no fuera por visten distinto diría que estoy viendo doble. Pero en algo en ellos me parece conocido. 

—Mamá—dicen al mimos tiempos los albinos.

Me tienen que estar jodiendo. No es posible, son lobos domésticos.

Link.

—Volvieron a sus raíces—dice Lea.

—¿Es posible siquiera?—digo confundida.

—Ya lo ves—dice está burlona.

Cierro el link.

No puedo evitar lo, los abrazo como si no hubiera un mañana, beso cada lado de sus lindas caras. Mis bebés ya son hombres. Que orgullosa me siento. Ellos gustosos de responden con lo mismo. Acaricio su cabello blanco como la nieve y su piel blanca como está misma. 

Amón.

Ahí la vi en traje de baño que le queda increíble, admirándola, me di cuenta que no era el único que la observa, todos la miraban, quise correr y taparla con lo que sea, ella es mía nadie puede. Pensándolo ella tiene algo diferente, es más ¿como coño salió de las sombras?

Es abrazada por esos dos albinos gemelos idénticos, está casi desnuda y ellos la abrazando la. Hay mucho contacto ahí y no me gusta, lo odio. Me levanto y la jalo del brazo para ponerla detrás de mi, los dos lobos gruñen ante mi acto y les gruño, igual. El rey solo ríe ante la escena. Me volteo para encarar la y preguntarle por todo esto. Y ella no está, está con ellos de nuevo se están abrazando otra vez.

—¡Maldición!—grito expresando mi furia, justo cuando voy a golpear a uno de ellos desaparecen ante mis ojos. Y luego están del otro lado del despacho. Mariana les da un peso el la boca a cada uno, un beso corto. Siento que voy a explotar, me abalanzo hacia ellos y vuelven a desaparecer, es cuando me doy cuenta que es ella quién lo hace, si los toca desparecen. El rey ahora se levanta y camina hacia Mariana y la abraza. Cuando lo hace, los gemelos gruñen.

—Espero que nos volvamos a ver.—dice en voz alta mientras acaricia su hombro desnudo. Una orquesta de gruñidos por todos lados, no solo yo si no los dos gemelos y sus seis betas, quién ahora están parados, cada uno de brazos cruzados frente a ellos.

—Vendré todos los días—dice estás para abrazarlo de improvisto, el corresponde. Seguido de eso, se agacha para cargar al pequeño David quién la observa apunto de llorar. —No llores pequeño, vendré por ti todos los días, llueve, truene o relampaguee siempre estaré contigo.—dice está darle un montón de besos por todos la cara al pequeño.

Bolga [Escapando  de el Alpha]Where stories live. Discover now