Capítulo 20°: Fiesta sorpresa.(Editado)

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Sábado, mi cumpleaños, hoy si. 18 años, no puedo creer. 

Aun recuerdo cuando pasaba mis ratos libres imaginando que haría hoy, lo divertido para mi en ese momento era cocinar, era lo único entretenido en realidad, ni limpiar, ni ver televisión, ni escuchar música nada de eso podía, las bases económicas de mi familia no lo permitían, pero ahora que se que mis hermanitas escuchan música, el teléfono que les deje les sirve de mucho, además de que hoy me han mandado un audio, felicitándome por mi cumpleaños, he de admitir que escuchar sus voces me sube al cien el animo, saber que están bien para mi es una bendición. 

Es muy tarde, dormí demasiado, me sentía tan cansada, a está hora siempre estoy tomándome un café bien azucarado, las cosas dulces me encantan.


Salgo de mi habitación en  tan solo una pijama, no sin antes ir al baño, peinar mi cabello y lavarme los dientes.  Al salir de mi habitación noto que no hay ninguna luz encendida y que las entradas de luz natural están cerradas. ¿Será que nadie se ha levantado al igual que yo? 

No, no lo creo, es muy tarde en menos de dos horas toca cenar, no pueda ser que todos duerman tanto. Bajo las escaleras con cuidado, tratando de no tropezar y caer, faltando me tres escalones, siento unas fuertes manos cargar me por la espalda. Ante el tacto me estremezco y remuevo, gracias a la oscuridad no logre ver quién es, pero en cuanto lo averigüe lo mato.

De la nada se encienden todas las luces y mis ojos quedan abiertos como platos ante tan magnifica aparición. Los chicos todos en pijama al igual que Lissa y Derek, algún que otro globo de color negro y un lindo cartel de  "Felices 18" 

Me volteo revelando a un muy lindo Daniel cargándome aun. Me suelto de su agarre y corro lo más rápido a abrazarlos y Daniel detrás de mi. Todos me reciben, sacudiendo mi cabello y dándome muy fuertes abrazos, aun sigo asombrada ante tal imagen que ahora permanece en mi memoria grabada permanentemente. Agradezco que estén conmigo y sin poder evitarlo derramo alguna de otras lagrimas.

—Nunca había celebrado mi cumpleaños.—mi voz apenas audible, pero que ellos escuchan muy bien. 

—No te preocupes por eso, lo que importa ahora es que estás celebrando este, con nosotros.—me da un abrazo reconfortante, Elier.

Tomo algunas fotos y las envío a mi familia.

 Chat.

—Pasa la bien hija. —Cuando estemos juntos de nuevo, lo celebraremos contigo.


Pase toda la noche hasta la madrugada, comiendo palomitas, viendo películas, comiendo helado y riendo. Los chicos haciendo sus bromas, contando historias de terror y amenazando con el que se duerma primero, le rayaremos la cara. Si, rayaremos, porque no me pienso dormir. 

Ya aburridos, empezamos a hablar y salió el tema de mi mate,  conté la verdad. No me preocupa, el debe pensar que estoy muerta, que me abandonó y que he muerta por su culpa. No sentirá nada, probablemente si es sensible, aunque no lo creo, sienta arrepentimiento. 

Se muy bien que su lobo no sufrirá, el ni sabe, cuando el me violó, sus ojos no cambiaron de color. Y nada extraño se manifestó, recuerdo todo muy bien, cada detalle y eso es algo que me atormenta cada noche. Por eso no me preocupo, sabrá que mató a su mate, pero su lobo aun no y cuando se enteré, que va, morirá. Se sentirá solo, abandonado, arrepentido, desolado, sin esperanzas,  culpable, su lobo lo odiará, le darán la espalda, cuando se debilite también lo hará su manada. Y morirá.  

Morirá de amor.

Los chicos  les molesta el hecho de que  sea él quién me haya tocado, después todo lo que paso, sea el con quién tengo que pasar mi vida. No les sorprende que lo haya tratado de rechazar, es lo más adecuado, pero Lea, ella es terca, aunque he de admitir que yo también me siento atraída por el, pero solo es eso, de resto lo odio.


Dos horas después.

5:32A.M

Todos están dormidos y cuando digo todos es todos, puedo escuchar sus ronquidos y respiración tranquila, incluso los latidos de sus corazones, lo que me causa gracia. Jacob ronca como si no hubiera un mañana, Demian está dormido abrazando una almohada. Daniel se esta babeando. Tyler duerme sin camisa, se la quito, para mi será más fácil ahora rallarlo por completo. Elier está dormido con la boca entre abierta, Lissa duerme abrazando un oso de peluche marrón y Derek, está arropado de pies a cabeza. 

Me levanto con extremo cuidado, busco el marcador, labial, y pintura, empiezo a rayar a cada uno con extremo cuidado y delicadeza, escribo palabras que definen a cada uno: "Rubio engreído", "Cabello loco", "Jodido cabeza hueca",  y más, dibujos caritas, hasta penes en plena mejilla  y frente, pinte algunos labios; Jacob, Elier y Derek, ahora les queda bien el rojo. Demian tiene la cara llena de pintura verde mientras que Lissa de violeta y ahora Tyler es IroMan, dibuje con pintura para parte del pecho del traje. Me voy a la cocina a tomar un poco de agua y luego a mi habitación. 


4 Horas después.


—¡¿PERO QUE MIERDA?!—Oigo grita a un Elier completamente enojado. 

Bajo corriendo las escaleras y miro la cara de cada uno, Lissa tratando de limpiarse el rostro, los demás mirándose a través de la cámara del móvil. Pero que escena tan maravillosa, sin pensarlo dos veces, tomo una foto desde las escaleras y la guardo. 

—¡¿Como te atreves?!—gruñe Derek subiendo rápido las escaleras, corro a mi habitación y luego al baño y paso seguro. Carcajadas y carcajadas salen de mi boca. 

Salgo en cuestión de segundos, viéndolos a todos esperándome a fuera, con cara de querer matarme.

—¿No era que el que se quedaba dormido lo rallaban?—digo mientras una sonrisa de inocencia cruza por mi rostro, pero rápidamente es remplazado por más risas y risas. Al parecer los contagie por también se ríen. 

Momentos así en mi vida quiero, diosa luna. 


Hola, fantasmas. 

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Bolga [Escapando  de el Alpha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora