Capítulo 41°; ¿Quién eres?

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-Ya te dije que solo fue un maldito rouge.-solté harta de la misma pregunta.

-¡Lo sé!-(...).-, solo quiero confirmar.-dijo a través de la línea, Derek.

-Puedes decir le a los demás.-(...).-Hoy realmente no quiero hacer nada.-corté.

Se podría decir que no estoy cansada o agotada. Que solo estoy en plan derrotada. Quizás en una guerra conmigo misma. Una guerra que no quiero perder, pero que se que poco a poco voy en desventaja. El tiempo corre y sin previo aviso hace cosas que a cualquiera puede dejar mal parado. He llegado a pensar que el tiempo tiene un gran problema conmigo o yo le tengo cara mala a este.

Pensar en lo sucedido me hace sentir estúpida, pero por otra parte me siento completa. Ilógico, lo sé. Dos emociones distintas, que atormentan mi alma, ¿cuál de las dos debo seguir? ¿Con cuál de las dos debo identificarme? Presa quizás de una emoción, libre de anular otra.

Maldición.

Quiera o no, el destino ya está escrito, quiera o no pronto ocurrirá. Hacer me la difícil no me sirvió de mucho, después de todo una falla arruinó todo. Ahora cree que estoy en bandeja de plata para el.

Espera.

Aun puedo alejarlo de mi.

-¿En serio no te cansas?-cuestiono, Lea.

-No.-culmine.

Le afecta muchísimo cuando menciono a otro hombre, tal vez si miento con que tengo a alguien se aleje de mi.

-Hay alguien aquí.-mencionó, Lea. Al instante mis sentidos se agudizan y muestran efectivamente que no estoy sola.

La luz de la luna se cuela por la ventana, las cortinas en una danza constante debido a el frío viento de la noche. El silencio sepulcral, donde lo único que escucho son mis propios pensamientos.

-¿Como pudiste?-se escucho una voz dolida quizás resentida.

-¿Quién eres?-respondí con otra pregunta. No se quién mierda entro aquí, que hace aquí, pero muy capaz es el imbécil.

-Soy, tú tua cantante, Mariana.-añadió.

¿Tua cantante?

Imposible, soy una loba mitad demonio, no una vampiresa.

-Estupideces.-dije, observando el rincón oscuro donde sin previó aviso emergió un hombre de quizás 40 años humanos, pero que vampíricos al menos 500.

-Te he buscado por mucho tiempo y cuando finalmente te encontré-calló, como si lo que diría le afectará.-Estabas revolcándote con un maldito lobo pulgoso.-apretó sus puños.

-También soy una loba, imbécil.-solté.

-Lo sé, eres mi loba.-se acerco a mi.-Mía, para siempre y por siempre.-se acerco peligrosamente a la cama, cerca de mi. Al momento me levanta sin pensarlo alejando me de el, quedando de pie, del otro lado.

-Te advierto, aléjate. Vete.-apunte a la ventana.

-Me iré, pero contigo.-sonrió. Algo que causo escalofríos en mi.

-Te irás con una patada en el escroto.-advertí.-Si no lo haces ahora, advertiré a la manada.-sentencié.

-No es necesario.-termino de decir, para escucharse de fondo el gritó de mi madre. Adolorido, los sollozos de mis hermanas y el forcejeo e insultos de mi padre.

No.

No puede ser.

-Ya lo sabes, te quedas, pero mato a a tú familia, te vas y ellos viven.-extendió su mano hacia mi.-Tú decides.-sonrió ladino.

Bolga [Escapando  de el Alpha]Where stories live. Discover now