Capítulo 6°: ¿Qué mierda le paso a mis ojos? (Editado)

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Luego de subir a su camioneta y después de varias horas de viaje, llegamos a lo que parece ser un pueblo, ¿privado?, con hermosas casas y alguna que otra mansión, esto es realmente gigante. Bajamos en una mansión de color yeso con detalles dorados, por  supuesto está rodeada de guardias, supongo que Deltas pero estos están muy bien vestidos, al igual que los de ese horrible hombre. Realmente no se donde meter mi cabeza, me siento muy apenada, debajo de está camisa estoy simplemente desnuda.

Su apellido me ha dicho todo, el es el Alpha de la manada Hagarott Thie. Nunca pensé que un Alpha podría ser así de bueno.

Este hombre llamado; Guillermo, me dio un completo recorrido de su mansión, haciéndome de cada habitación, salón y otros, terminando en la sala.

—No estés tan callada, está es tú casa ahora—levanta con su mano mi mentón haciendo que lo observe.

—Si, señor, le aseguro que como trabajadora dejaré todo limpio—le digo bajando de nuevo la cabeza.

—Aquí no trabajarás, hija. Tú serás parte de un experimento que estado guardando en secreto—confiesa orgulloso. Sin rodeos. 

—¿E-experimento?—el temor de nuevo empezó a picar en mi. Apenas había logrado salir de aquel lugar, para luego estar encerrada como una rata en otro.

>Tiene que ser una broma<

—No te asustes, solo será una inyección.—busca en un cajón que se encontraba a lado de el. —Una inyección que cambiará toda tú vida.

Aterrada empiezo a pensar maneras de escapar mirando a todos lados sin disimulo.

—No pienses en escapar, nunca podrás hacerlo. He visto en ti, lo que estaba buscando hace ya mucho tiempo para el portador de está bendición.—precavido se acerca a mi con una caja de cristal que contenía dentro de ella un oscuro líquido azul oscuro.

El tiene razón no puedo escapar no tengo de otra. ¿Acosa será este mi fin? ¿Acaso la diosa luna podría ser más injusta conmigo?

—¿Q-qué hace eso?—titubeante, temerosa de lo que aquel líquido me pudiera causar.

—¿Haz escuchado de la leyenda de los Bolga?—se sienta en uno de los sillones con un pequeño cuadrado de vidrio con metal. Que parece muy resistente.

Una leyenda que mi madre me contó hace ya mucho tiempo; Al principio hace miles de años, existió un pequeño lobo que nació en una camada. El era diferente por eso fue rechazado. Alejado de su familia, vivió de manera miserable y pobre. Cuando creció se dio cuenta de que no era diferente por ser débil, al contrario, era diferente por ser más fuerte que el resto. Por eso, el volvió a su antigua manada y se vengo. Los pocos sobrevivientes, relatan que era un lobo de pelaje negro con unos intensos ojos azules que se volvían rojos, un rojo que brillaban como las llamas del mismísimo infierno. A lo largo de los años aquel lobo, encontró su alma gemela y tuvieron pequeños cachorros. Creando a por primera ves una manada de Bolgas. Lobos superiores al resto, no solo en fuerza, sino en tamaño, agilidad, velocidad y muchas otras cosas más. Por eso eran temidos, pero a la ves eran buscados, las distintas criaturas querían acabar con ellos, por ser una posible amenaza, entonces. Ellos desaparecieron. Desaparecieron como si la tierra se los hubiera tragado. Y nunca nadie supo de ellos.

—Parece que si lo sabes.—me tomo por sorpresa, haciendo que despertará de mi trance en el que recordaba aquella leyenda. —Este líquido de aquí—señala la caja de cristal—, es el único en el mundo. Lo descubrí hace muchos años en una expedición de este territorio. Cuando supe que era, no podían creerlo.—hace una pausa como si estuviera recordándolo todo. —Era sangre, sangre de un Bolga. Intente utilizarlo, pero fue imposible. Los lobos con quienes lo intentaban morían y la sangre salía de sus cuerpos y volvía a la caja. Ella tiene vida propia.

Bolga [Escapando  de el Alpha]Where stories live. Discover now