Capítulo 22°: Piscina.(Editado)

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 Ya casi un año viviendo aquí y me doy cuenta de que no tengo traje de baño. Solo tengo una hora para comprarlo he ir me, los chicos ya están listos, ya les marque a el móvil y solo están esperando la hora, ser hombre es más fácil en cuanto a vestimenta. Ah, por cierto, al final si me decidí, voy a  la fiesta. 

A paso apresurado me subo a la Jeep Grand Cherokee, siempre hay una esperando a alguien.

Le doy la dirección a Mario y le digo que conduzca lo más rápido que pueda a un Centro-comercial. Este solo asiente y nos ponemos en marcha. En el camino no puedo evitar pensar en que pasará si el está ahí, que haré, aunque hoy me he bañado en las hiervas y esencias y mi olor está completamente oculto. No hay nada que pueda hacer que yo vuelva a mi olor natural. Lo que es una bendición. Si el se llegase a enterar que soy su mate, si que estaré jodida. 

Link.

—Espero que se entere pronto.—Lea aguantando las ganas de reír, apenas pude oír lo que decía. 

—JA-JA-JA, muy graciosa.—completamente seria.

15 Minutos después. 

No se cual elegir, por lado tengo un hermoso traje de baño de dos piezas color salmón y por otro lado, tengo uno también de dos piezas negro, con finos detalles blancos. 

—Yo digo que el negro.—comenta Lea decidida. 

—Si, pienso que el negro me queda mejor.—digo tajante de los frutos que ahora poseo, gracias a el entrenamiento que tengo. 


Lissa y Derek me esperaban ya, por lo tanto solo tome un pequeño baño y el bolso con todo lo que necesito y el móvil. 

Antes de llegar a la piscina, en el estacionamiento están los chicos esperando, todos sin camisa excepto Elier. Derek le anima a que lo haga y este accede. Entramos al área de la piscina y no me sorprende escuchar música a todo volumen, bebidas en vasos plásticos rojos, pelotas de colores y eso si, personas, muchas personas, bailando. No puedo creer que consuman alcohol tan temprano apenas son la 1:14P.m, el sol está fuerte, cualquiera que dure un par de horas bajo este sol se broncea. La piscina no está tan llena, todos  están bailando de lado afuera, hay dos piscina, una está más llena que la otra, lo agradezco. 

Una vez estoy cambiada me dispongo a salir del baño junto con Lissa que lleva una traje de baño de dos piezas celeste, le queda muy bien. 

Salgo del baño con Lissa, camino a la piscina más vacía, no me sorprende tener miradas puestas en mi, me da igual, mis ojos azules en pleno esplendor, mi cuerpo descubierto y mi cabello largo, por primera vez lo uso largo  en mi historia en el instituto. Lissa por otro lado no se queda atrás ella también se siente observada, pero es más tímida y trata de cubrirse, en cambio yo. No me molesta que observen, nada hacen con ver y no tocar. Pero me siento extraña, como que algo no cuadra. 

Me siento en la orilla de la piscina para tocar el agua, está buenísima, ni fría, ni caliente está en su punto. Los chicos ya todos mojados se acercan a nosotras lanzando algunas que otros piropos a nuestro cuerpo, no me molesta. Se que son bromas, me da igual. Me levanto de la orilla a buscar el bloqueador solar. 

Justo cuando voy caminando hasta mi bolso escucho el grito de Lissa, quién ahora es tirada al agua, por lo que veo no se quería tirar,  Derek, Demian, Daniel y Tyler, la cargaron, no es que  pese mucho pero la condenado es fuerte. 

—¡Tú no te escapas!—grita Jacob quién me arrastra al agua, pero no puede, somos igual de fuertes. 

En un rápido cambio de imagen, soy cargada por los seis. 

—¡BAJEN ME!—grito pero ninguno parece importarles, ellos atraen la atención de todos al cargar me y yo con mis gritos aun más.

—¡QUÉ ME BAJEN, LO VAN APAGAR CARO!—sigo gritando pero ellos solo se ríen y se acercan más a la orilla. 

—¡NO SE ATREVAN A SOLTARME!—digo agarrándome del cuelo de Demian con fuerza. 

—¿No era que quería que te bajáramos?—comenta Jacob riendo. 

—¡Antes si pero ahora no!—digo soltándome de Demian para aprovechar en lo que se ríen.

—Muy tarde.—grita Derek, dando les la señal a los demás para que me suelten. 


Refrescante. 

Debajo del agua grito mil y un maldiciones, salgo agarrándome de la orilla, para salir. Ellos ríen y se burlan, acompañados de la mayor parte de las personas aquí. 

Una vez fuera de la piscina empiezo a perseguirlos y cada uno se lanza en la piscina escapando. Maldición. 

—Estás jodida, ya no puedes hacer nada.—grita Elier quién ahora carga a su novia. Maldita castaña. 

No me había percatado, ahora cada uno de ellos están con sus novias bailando, adentro de la piscina bebiendo hasta besando se. 


Llevo una hora dentro de la piscina, nadando y bebiendo refresco, no quiero tomar, para nada. Tengo la necesidad o mejor dicho el deseo de compañía, extraño. Normalmente no me importa si estoy sola. A Lea tampoco le importa. Las miradas en mi han disminuido, gracias a la diosa Luna. Pero hay algo que no me deja en paz, en como si tuviera un peso, como si me observarán de una manera, tan inusual. 

—El está aquí.—Lea refiriéndose a el.  —Las hiervas perdieron el efecto, aunque no del todo. —Corre. 

No lo pienso dos veces y salgo corriendo de la piscina, voy a los baños y tomo mi bolso, ni me vestí, salí corriendo del baño, ni siquiera lo busco con la mirada, no me importa, quiero escapar. Me subo en el Jeep para iniciar mi escapada junto con Mario.

Le marcó a los chicos ya en el camino, que me fui, que el me observaba. 


Amón.

Ese olor otra vez, ese olor que me vuelve loco, ese el mismo que la otra vez. Recorro el lugar con la mirada.

—Ella.—una chica que no logre ver bien, se fue corriendo. No me molesto, seguro fue una de las tantas bromas de la estúpida de Sara, siempre quiere que le preste atención a ella, me molesta. 






Bolga [Escapando  de el Alpha]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin