Bolga [Escapando de el Alpha]

Capítulo 9°: Cambios drásticos. (Editado)

Hace un mes que estoy aquí, me llevo bien con todos y todos se llevan bien conmigo. He tenido mucho tiempo libre, pero lo he disfrutado al máximo, e aprendido cosas nuevas, cosas que no sabía que existían. Aprendí a bailar, ahora me se muchas canciones. Nunca pensé aprender estás cosas, Lissa es menor que yo y ya sabe tanto que yo no. 

Aveces me  avergüenzo cuando no se que responder le. Ella me enseño cosas que están a la moda, me mostró cantantes, muchos tipos de ropa, me enseño como caminar en tacones, ¿pueden creerlo? ¿Yo?  Ella me enseño a maquillarme, pienso que estar aquí es lo mejor que me ha pasado, ella se a vuelto tan cercana a mi, pero, ella me recuerda a mis hermanas, aveces al ver la cantar y saltar, bailar felizmente me recuerda a mis hermanas cuando juegan y eso me trae tantos recuerdos. No tienen idea de como extraño a mi familia.

En todo el mes solo he salido unas 5 o 6 veces de la mansión, hacia la ciudad a comprar ropa y cosas, muy lindas, Lissa y Derek, siempre me acompañan, enseñándome cosas nuevas, mostrándome lugares que para ellos son aburridos, pero que para mi son asombrosos. Nunca salí a la cuidad pues siempre pertenecí a la Casa de ese tal Thommas. Pero ahora no, ahora soy libre y capaz de hacer lo que sea, ahora nadie puede pararme. 

Ahora controlo más mi trasformación, casi todo el tiempo me trasformo, debido a que antes no sabía como era mi apariencia siendo loba, ahora ya la se, mi pelaje negro,  ojos azules, resaltan de mi pelaje. Y también con mi piel trigueña. Me siento hermosa, por primera vez en toda mi vida, yo, me siento hermosa.

Según lo que he conversado con Guillermo, cada vez que me transformo mi cuerpo se desarrolla, mis habilidades se desenvuelven. Y tiene razón por me siento diferente, a pesar que que solo me he transformado unas 27 veces de todo el mes que llevo aquí, mi cuerpo se siente diferente, me siento ágil, fuerte y veloz.

—

La familia Garther.

Desde hace un mes nuestra hija desapareció, ellos dicen que está muerta pero no lo creemos, yo siento en el fondo de mi corazón que ella aun vive.

Después de dos semanas, ellos, solo nos dijeron con unas palabras tan frías y sin ningún tipo de pesar.

*FlashBack*

—Encontramos a su hija en el bosque, muerta. —esos dos hombres, no parecían tener ni una pizca de honestidad en sus palabras, ellos solo vinieron a darnos la noticia. Pero por suerte aun seguimos trabajando aquí, pero no es lo mismo sin ella, nos hace tanta falta. Podría decir que he visto su espíritu rondar la casa. Pero lo que no concuerda es que no siento ese vacío en mi, como si ella realmente no se hubiera ido. 

*FlashBackf*

—

Mariana.

Al fin estamos en principios de Diciembre, está fecha siempre me a gustado y más que todo por los adornos y de más, los villancicos y lo deliciosa que se ve la cena navideña, aunque está vez estoy segura de que la probaré. Si, en los 17 años de mi vida, nunca he probado un cena navideña. Increíble, ¿no? En fin, ya llevo casi dos meses aquí, me ha ido de maravilla, he conocido más personas y eso me hace sentir parte de algo, me he vuelto más cercana a Derek, el cual me trata como su hermana, he conocido amigos de ellos los cuales me tratan igual de bien. 

Está fecha me pone muy melancólica, ya que Diciembre  más seguido veía a mi familia. Ellos solo estaban para sonreír y ayudar. Me alegraba mucho cuando era el momento de los fuegos artificiales porque era cuando nos teníamos que ir a otro lugar y era cuando nos abrazábamos para recibir el año nuevo, junto con la diosa luna. Como me gustaría ir y abrazar a mis padres, decirles que estoy, decirles mis planes para futuro, lo que seré y que dentro poco los sacaré de la miseria donde viven. Saben, no estaría mal hacerlo. Ahora que soy más ágil, justo al momento de fuegos artificiales, cuando ellos estén en la otra zona, me escabulliré sin que se den cuenta.

Lo haré, lo veré, pero necesito ayuda...tal vez Lissa y Derek quieran ayudarme.

—

—¿Lissa?— asomo mi cabeza por la puerta.

—Estoy aquí, pasa.—dice mientras revisa su teléfono. 

 —Lissa, escucha bien, como sabes ya estamos en Diciembre y en está época, mi familia y yo nos reuníamos para ver los fuegos artificiales en otra zona.—(...). —Se que no es apropiado y se que no debería pedirte ayuda, pero solo quería saber si estarías dispuesta a acompañarme a ese territorio, para darles una señal a mis padres, de que estoy viva, de que aun sigo aquí.—varias lagrimas amenazan con salir. Ella por otra parte, al instante soltó el teléfono.

—¡Claro!, claro que si. No hay nada más lindo que un reencuentro familiar, Derek ya ha escuchado todo pues, esta en el baño y desde la habitación al baño se escucha todo.—¿No es cierto Derek?— voltea hacia la puerta.

—¡SI!

—Bien, Marianita, vamos, tu solo dí cuando y ahí estaremos.—me observa con un rostro lleno de alegría. 

—El 31 de las 1:30a.m

—Muy bien, no hay problema, cuando ya sea el momento, nos haces alguna señal, para que vamos partiendo.