Capítulo 2.

6.5K 759 136
                                    

●❯────────────────❮●

El pelinegro finalmente se encontraba en un hotel, se encontraba solo como tanto había anhelado desde hace años, o mas bien, era que finalmente no se encontraba a la disposición de su familia, pues, cualquier compañía era mucho mejor que aquellas dos personas frívolas. No obstante, la misma melancolía de estar solo le hizo pensar en su plan y con ello en sus amigos.

Con el aroma a café recorriendo cada rincón de aquella habitación dirigió su mirada a la agenda, estaba angustiado del contenido que anteriormente sus ojos recorrieron de forma apresurada, algún indicio del paradero de alguno seria la clave para empezar su búsqueda, pero a que costo. Un adulto atemorizado de revivir viejos paseos, el costo amenazaba con una desbordas e inquietante ira. Y así por fin paso hoja tras hoja leyendo entre líneas todo lo que estaba escrito parando entre hojas recordando el momento en el que escribía varias de estas. Fue como revivir aquellos días.

──"Hoy mi padre volvió a golpearme tras escaparme de la escuela, la verdad es que ya puede importarme menos las formas en las que arremete sobre mí. Timba ha propuesto escaparnos e irnos de aquí, pero si soy sincero tengo mis propias dudas pues no sé si sea lo mejor por ahora, aunque realmente quiero irme y dejar todo esto atrás."

Sonrió con amargura, si bien anhelaba la libertad, la vida había mal interpretado sus palabras, algún karma de la vida pasada parecía perseguirlo o tal vez una maldición había caído sobre él, de cualquier forma, no podía dejar de sentirse así, desdichado. Palabra tas palabra le hacían extrañar aquellos pequeños momentos de calma, un sentimiento que solo vivía junto a sus compañeros. Sus ojos se sintieron pesados, algunas lágrimas ya habían empezado a recorrer sus rojas mejillas, pero aún no podía parar hasta lograr su cometido. Siguió leyendo cada hoja hasta que un rayo de esperanza ilumino su camino, había encontrado una dirección.

Miro por la ventana limpiando sus incesantes lágrimas, se sentía bendecido de alguna forma, el cielo estrellado no se veía con claridad en la ciudad, pero su reflejo en el cristal era tan nítido que sin alguna duda en su cabeza que le detuviera pudo reconocerlo, aquella letra bien distinguida había marcado su nuevo destino. No obstante, no podía permitirse manejar a tales horas por lo que arranco la hoja y la doblo con cuidado. Esperaba que, de alguna forma casi imposible, nada hubiera cambiado.

[...]

"Hey Trolli, dejaste tu agenda en mi casa otra vez tonto. No te olvides de ir a ayudar a Víctor con nuestra mudanza, igual te voy a anotar la dirección porque conociéndote seguro la has olvidado.

Te quiero tonto.

Atte. May."

●❯────────────────❮●

nisaoo_

Where are you? | Compas.Where stories live. Discover now