Where are you? | Compas.

• Capítulo 19; Medicamento.

Estaba llorando, espero a que la puerta de su hogar fuera cerrada cuando decidió golpear con rudeza la pared de su habitación provocándole cortadas en sus nudillos. Se quitó sus lentes lanzándolos a algún lugar de su cama y presionó una almohada sobre su cara aferrándose a esta para poder llorar.

Estaba entre la espada y la pared, la espada amenazaba con enterrarse en su pecho mientras que la pared simplemente lo acercaba al filoso metal; no sabia que hacer ahora más que nunca. Su corazón le decía una cosa pero su cabeza otra, una le pedía odiarlos con toda su alma pero otro le pedía ir abrazarlos y llorar a su lado todo lo que debiera.

Su respiración se empezo a ser irregular al igual que sus músculos se contarían, se levantó sujetándose con fuerza de su tocador tratando de respirar correctamente pero no podía, sentía como el aire cada vez era más escaso.

Corría sudor por sus sienes junto a un dolor insoportable en el pecho, trato de tomar su medicamento pero era imposible, todo su cuerpo temblaba incontrolablemente. Estaba sufriendo un ataque de ansiedad.

Sus extremidades se volvieron gelatina haciéndole caer al frío suelo, el golpe era poco comparado a cómo su cuerpo se sentía ahora mismo, las lágrimas no dejaban de salir y realmente no podía forzarse a dejarlas ir; las necesitaba más que nunca.

No podía pensar correctamente, trato de tomar su medicamento para tranquilizarse pero este cayó esparciendo las píldoras por todo el suelo. Frustrado tomó una metiéndola a su boca, sabía que eso no sería suficiente así que tomó otra y otra más, así hasta que su cuerpo se sintió liviano y el aire tan lejano que olvido que dependía de él.

Antes de cerrar sus ojos los observo nuevamente sin embargo cada uno desaparecía hasta que sólo apareció una mano frente a el, la sujeto con duda mirando esos ojos achocolatados extrañando su brillo pues ahora eran opacos.

El piso se volvió nuevamente duro y quemaba, una luz cegadora le hizo cerrar con fuerza los ojos y solo podía escuchar dos voces taladrando sus tímpanos, incrustados y tan repetitivos como el tic tac de un reloj. Tal vez, sólo tal vez le haría caso a una. El no estaba listo para cerrar los ojos.

"Tu mente razona cariño pero tu corazón lo sabe."

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@someonepink__