Capítulo 49; Perdón.

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El agua nublaba su vista, sentía cada mínimo detalle en ese momento como si lo viviera en carne propia; el agua mojado todo su cuerpo y hundiéndolo, a diferencia de sus demás sueños esta vez el se ahogaba por su propia cuenta, la misteriosa voz ya no daba signos de vida. Era muy curioso sentir la muerte tan lejana.

Despertó de golpe mientras que unos ojos azules como la noche lo miraban con miedo soltando un suspiro de tranquilidad tras verlo respirar, el mas joven respiro hondamente empujando al chico que se encontraba frente a el para tener su preciado espacio personal reconociendo inmediatamente en donde se encontraba y con quien estaba.

-¿Qué haces aquí? -Pregunto de manera cansada.

-Está noche me toca cuidarte.- Hablo Timba sentándose a su lado.

-¿Cuánto llevo aquí?- Pregunto nuevamente.

-Casi una semana.-Contestó.- ¿Cómo te sientes?

-Eso no importa.- Respondió de mala manera ignorando la sutil mirada del mayor.

-¿Crees que es buen momento para hablar?- Pregunto esta vez el peliazul haciendo reír al castaño, un risa demasiado falsa.

-¿Sobre qué? Hay muchos temas para hablar como por ejemplo lo mentiroso y cobarde que eres.- Escupió.

-Entiendo que estés enojado pero…

-¿Pero qué Rubén? Sabias cuanto lo amo y me ocultate algo así… es horrible saber que ya no veras a una persona a la cual le tenías esperanza de ver otra vez, teníamos muchos sueños y metas que cumplir, ahora simplemente ya no hay nada.- Dijo golpeado la cama donde se encontraba acostado.- Quisiera morir de una vez y encontrarme con el en alguna otra vida que no sea tan asquerosa e injusta con nosotros.

-Basta Raptor, basta.- Suplico el peliazul.- Es tan difícil para ti como para mi, para todos.

-No, no ¡No lo comprenden maldita sea!

-Perdimos un amigo Gonzalo, alguien que considerábamos un hermano… lo entendemos perfectamente, deja de cerrarte en tu burbuja y comprende nuestro dolor, no es menos que el tuyo.

-Tu no lo comprendes…- Murmuro bajando la mirada.- No mientas más.

-¿Crees que no te comprendo?- Pregunto el peliazul con ironía.-Te comprendo muy bien, me aleje de las personas que depositaron en mi su confianza y cariño corriendo lo más lejos que pude apenas las cosas iban de mal en peor.- El castaño empezó a llorar mordiendo su labio inferior.- Te falle, les falle y aun más importante le falle a Sparta… yo no pude salvarlo, me lamento de ello cada día y noche en los que pienso en todo el daño que provoque.

-El se fue, he estado seis años manteniendo un sueño estúpido ¿no lo crees?- Pregunto desbordándose, le dolía estar de esa manera; le dolía amar tanto a alguien que no volvería. 

-Daría mi vida por que el volviera sin pensarlo dos veces, lo merece más que yo.- Contestó con impotencia.- Apenas lo supe quería terminar con todo, quería morir y ya pero no pude hacerlo, tenia que remediar las cosas que había hecho, es por eso estoy aquí admitiendo toda mi culpa, yo los quebré.

-No.-Solto negando con la cabeza.- No es tu culpa.- Murmuro cerrando los ojos y recargando su cabeza en la pared.- Ni de nadie… tal vez necesitamos tiempo para aceptarlo, pensar en lo que deberíamos haber hecho no remediara nada y lo se, es solo que lo extraño demasiado y necesito una explicación.- El peliazul miro la mochila que se encontraba a su lado, sabía que era momento de entregársela.

-Cuando el decidió hacer eso dejo unas cartas.- Dijo tomando su mochila de donde saco una carta un tanto arrugada.- Está es tuya, entenderás todo una vez la leas.

El castaño miro por unos segundos el sobre que se encontraba frente a el y luego miro al peliazul que se encontraba levantado frente a el, la tomo con duda acariciando el papel con la yema de sus dedos. El más alto de ambos suspiro dispuesto a salir de la habitación hasta que el contrario lo detuvo tomándole de la muñeca.

-No me dejes.- Imploró.- No puedo hacerlo sólo, lamento ser así.

-Me quedare si así lo quieres.- Dijo el ojiazul.

-No vuelvas a irte, no nos dejes otra vez.- El peliazul negó y se acercó al castaño abrazándolo.

-Ya no me iré, me quedare con ustedes.- Contestó, el castaño lo abrazo con toda la fuerza que tenia.- Perdóname.

-Tenías miedo, todos lo tuvimos.- Dijo el castaño sonriendo ligeramente.-Además a el no le gustaría vernos de esta manera, seguramente nos golpearía.

-Cierto.-Río el peliazul alejándose del castaño y volviendo a sentarse a su lado.- ¿La leerás? 

-Debo hacerlo.- Contestó abriendo el sobre y sacando de este una hoja que se encontraba doblada varias veces.- Quédate conmigo por favor.

-Lo hare.- Dijo tomándole de la mano.- No iré a ningún lado.

Creyó en sus palabras una vez más, tal vez era un mal hábito que ignorará nuevamente.

El castaño suspiro y desdoblo la carta con su mano libre.

Su llanto se desató tras la verdad.

El agua tenía un efecto sobre el después de todo.

@Globit0o

Adivinen quien esta apunto de suicidarse, así es yo; no superó End Game :") lloré durante toda la película.

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