• Capítulo 33; Desaparecer.

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Apenas pudo resistir el dolor que sentía se levantó con cuidado de no ser escuchado, camino hacia su cuarto y tomó una mochila guardando únicamente lo esencial, tomó todo el dinero que tenia y tiro sus llaves al inodoro para jamás recuperarlas. Estaba decidido a desaparecer pero primero debía hacer algo importante. Tomó una hoja y un bolígrafo para empezar escribir.

"Querido Rius..."

Escribió hasta que plasmó todo lo que sentía, dobló varias veces esa hoja y la guardo en su bolsillo. Ahora estaba listo para jamás volver a ver a sus padres. Apenas salió de su casa el frío aire invernal le hizo tambalearse pero eso no le hizo dejar de correr hasta llegar a la casa de cierto chico.

Apenas llegó escaló un árbol hasta llegar a una ventana, la tocó tres veces y espero unos segundos hasta que esta fue abierta dejando ver una desastrosa cabellera blanca con mechones rojos que cubrían su ojo izquierdo, este se hizo a un lado para dar paso al peliazul que entro de un salto a su cuarto.

Apenas entró recibió un enorme abrazo del mas pálido, este le correspondió mientras escuchaba el llanto del menor.

─Se fueron... ellos se fueron.─ Exclamó entre lágrimas.─ Trolli y Sparta se fueron y no pude detenerlos o incluso despedirme.

─Lo se...─ Murmuro.

─No puedo con todo esto.─ Siguió llorando transmitiendo toda la tristeza que sentía.─ Hubieras visto a los demás, están igual de destrozados que yo.

─No se que decirte Rius... lamento que todo esto esté pasando, es mi culpa.─ Hablo separándose del peliblanco.─ Fue mi idea...

─No, no te culpes sólo a ti.- Negó limpiándose sus lágrimas.─ Nosotros te seguimos, también ha sido nuestra cul...

─No me refiero solamente a eso.─ Le interrumpió.─ Yo deseaba que ustedes se fueran conmigo, hace bastante tiempo deseaba irme de mi casa pero mira lo que ocasione... Los padres de Trolli se lo han llevado a algún lugar y a Sparta se lo han llevado a algún centro de rehabilitación, fui bastante egoísta y lo acepto.─ Ambos empezaron a llorar nuevamente, el más alto recargo su cabeza en el hombro del contrario dejando caer al suelo sus gafas de sol, necesitaba desahogarse antes de hacer desaparecer todo rastro de él.

─Podremos soportar esto si permanecemos juntos.─ Ánimo el peliblanco.─ No podría soportar más si alguno se va tambien.─ El mayor asintió.

No le gustaba mentir pero ahora era necesario, no quería provocarle más daño a alguien tan bondadoso como Rius. Se acercó a el y le beso tiernamente tomándole de ambas manos, sin dudarlo dos veces el ojirubi correspondió sintiéndose aliviado por primera vez en ese día.

─Vayamos a dormir, mañana será un gran día.─ Aseguró el peliazul caminando hacia la cama del menor quien asintió. Ambos se acostaron en esta sin hablar más del tema y solo mirándose, Timba estaba seguro que lo que más extrañaría sería ver esa sonrisa.

Lo hacía por el bien de todos. Eso es lo que quería creer.

Al día siguiente Rius despertó encontrándose totalmente solo, miro a todos lados y no encontró rastro del peliazul, se levantó confundido y le busco por todos lados sin encontrarle, marco su numero varias veces pero este le enviaba inmediatamente a buzón. Asustado volvió a su cuarto divisando una carta en su mesa de noche.

La tomo y la desdoblo para empezar a leerla, sus lágrimas volvieron a ser el arma recurrente en sus muñecas de donde se desbordaba tinta roja. Finalmente su mayor miedo se había cumplido.

Por otro lado Timba tomaba el primer vuelo a Estados Unidos dejando atrás a todos aquellos a los que un día amo.

Esto estaba finalmente por romperse.

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@someonepink__

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