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Estaba buscando al pelinegro después de salir de clases, tendría que atraparlo antes de que se vaya a su casa, por eso se dirigió a la biblioteca. Lo vio como siempre sentado con sus libros y su ceño fruncido.

—¡Hoseok! ¡Hoseok! -se sentó a su lado de la biblioteca haciendo que el mayor se incomode por sus repentinos gritos.

—Cállate niño o nos sacarán, es más me voy...

—Espera, por favor...

—Allá afuera -le indicó con el dedo mientras que la encargada de la biblioteca los estaba mirando. Detrás de él iba como siempre el castaño tratando de seguirlo.

—Espera Ho... ¿Qué te parece enviarle notas a Min Yoongi? -casi le gritó al ver que no le hacía caso por casi tercera vez, hasta que lo vio detenerse de golpe.

Hoseok estaba caminando apresuradamente, no le gustaba que Taehyung le molestara en sus horas de estudio y sí tuviera algo qué decir lo harían en la noche, en sus clases, no ahora. Siguió caminando hasta ver que estaba a punto de chocar de frente con su ex amigo, no quería verlo aún, por eso del juego del orgullo. Debía de quitarse del camino del rubio si no quería perder su orgullo, esconderse donde sea para no hablar a Yoongi, pero lo único que visualizó fue la puerta de una pequeña bodega de limpieza, sonrió sabiendo qué hacer.

Tomó la mano del menor, abrió la puerta y lo metió en ese pequeño lugar haciendo que su espalda tocara la pared y posterior él se adentró para cerrar la puerta.

Todo ocurrió muy rápido para el menor, ni tiempo de pensar porque Hoseok le había agarrado la mano, lo había metido en ese reducido lugar y haya cerrado la puerta. Estaba obscuro y solo entraba luz en tres franjas abiertas de la puerta de madera que le hicieron percibir que el mayor se encontraba en frente de él; observó sus labios y parte de su mandíbula, estaba muy cerca y también su respiración. No es que estuviera nervioso, pero si algo ¿Incomodo?

—¿Qué-que ha-cemos aquí? -le preguntó al mayor que estaba a su frente y pudo ver que de sus labios se dibujara una sonrisa.

—Sabes Tae... debemos practicar un poco... -su voz ronca y suave hizo que sus manos picaran y su rostro enrojeciera.

—¿Prac-ticar qué? – "Diablos" se dijo, porque estaba tartamudeando.

Se acercó más al menor rozando levemente sus cuerpos —Tú sabes qué... -se acercó a su oído para respirar en ese lugar —¿No quieres?

Su respiración le hacía cosquillas y sentía unos leves escalofríos en su espalda "¿Qué me está pasando?". Si mirara su rostro de seguro era un tomate, sabía que se trataba de una de sus bromas, pero se sentía extraño y apenas pudo responder —Yo.. .ten-go novio... No-no pue-do.

Dentro de poco sintió las respiraciones agitadas y voz cerca de su rostro, propios de las carcajadas del mayor.

—Calmado Niño bonito, no es cierto -sonrió de nuevo, cerca de su rostro del menor que lo podía sentir —Min Yoongi estaba allí afuera, debía esconderme y tuve que llevarme a mi secuaz también -le regaló otra sonrisa que podía verse por la escasa luz mostrando parte de sus hoyuelos —Debemos de esperar a que termine de pasar...

—¿Cuánto es eso? -le susurró ahora consciente que estaban escondidos.

—No lo sé, Yoongi camina muy lento. Mejor dime, qué ibas a decirme antes -le susurró de igual manera.

—Ah cierto. ¿Qué te parece enviarle notas románticas a Yoongi? -el menor estaba orgulloso de su idea que había pensado junto a su amigo.

El pelinegro en su mente estaba decirle un "No me importa, haz lo que quieras", pero quería escuchar uno de sus inocentes intentos de juntarlo con su "Enamorado".

—Si lo que sea hazlo... me parece una estupenda idea -el castaño sonrió y pudo ver perfectamente esa sonrisa, y esa sonrojes en su rostro que hace varios minutos no querían alejarse.

—También quería preguntarte algo... -el mayor notó el nerviosismo del chico en primera fila.

—Dime...

—Este... me preguntaba si quisieras que cenemos juntos...

—Y ¿Eso se debe a?

—Como agradecimiento por dejarme dormir en tu casa y prestarme tus ropas...

—Eres... -inconscientemente trató de acortar esa distancia, ya no sabía si era molestarlo o porque sus manos picaban para que ese leve roce sea un contacto más profundo, solo un poco. Se acercó haciendo que Taehyung retrocediera un poco y chocara completamente con la pared. El mayor le agarró la cintura al ver que se tropezó con sus pies, esa mano que estaba levemente en su cintura hizo que no se apartara de él —Ten cuidado... -el cuerpo del chico estaba casi junto a su pecho, casi tocándose, pero a la vez no; podía oler su perfume y presenciar esa sonrojes hacerse más potente. El menor se lamió los labios, tal vez por el nerviosismo y de nuevo en plena vista del mayor.

"¿Qué me está pasando?" se dijo, porque ese gesto lo puso nervioso.

—Ho-Ho ¿Ya... se fue?

Dejó de ver a ese chico y respirar cerca de él para poder salir de ese estado de ¿Análisis? hacia el castaño para poder responderle —Si creo que ya se fue... Ah lo de la cena, haz lo que quieras -llevó sus manos en los cabellos castaños para acariciarlos como un gesto de amistad y bajar a su mejilla para quitarla inmediatamente.

Tomó la perilla de esa puerta y la abrió de inmediato para ambos salieran de ese diminuto lugar, la imagen que vio al voltear fue de un chico con los cabellos revueltos, mejillas rojas y algunas gotas de sudor, su pecaminosa mente le llevó imaginar otra cosa y sonreír a eso.

—Nos vemos en la tarde Tae -tocó y revolvió de nuevo esos cabellos.


¿Qué había pasado allí adentro? ¿Qué fueron esos escalofríos recorrer su espalda? Y ¿Por qué sus ojos se iban a esa sonrisa? No es que disfrutara de esas bromas, en poco tiempo conoció que al mayor le gustaba ese tipo de juegos, sin que significaran algo ¿o sí? No, no era eso. Reprendió su mente y se puso la mente sobre la tierra. Estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua.



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Esta quedando delicioso... ¿No?

Gracias por leer y votar :)

Rabitta

Enseñando al Nerd (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora