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Minho miró a su hermoso novio, lo abrazó por detrás ignorando que su mirada del castaño estuviera en la salida observando cómo el pelinegro se iba, no importaba cuando sabía que al final del día regresaba a él. Tampoco no quería pelear en ese día especial que había preparado con suma paciencia y delicadeza, una gran noche que no deseaba arruinar.

—¿Nos vamos Tae? —le susurró en el oído sintiéndole encogerse —Mi chófer nos espera para llevarnos.

El castaño volteó con una triste expresión que se marchó al sonreír —¿Dónde vamos?

—Es la sorpresa de que te hable amor. Debemos irnos ahora para aprovechar la tarde y noche —agarró ambas manos para besárselas —Festejemos este día.

—Tengo que decirte algo —lo miró seriamente.

—Me lo dices allí amor ¿Sí? —el menor le asintió mientras era conducido por su novio para que ambos se subieran en el auto que les esperaba.


*

Colocó sus papeles a un lado, antes de pagar el taxi que lo llevó a ese solitario y retirado lugar, después que el taxi se marchara caminó entre los reducidos espacios hasta llegar con una rosa blanca en sus manos, esa persona debería estar feliz por recibir ese detalle de su parte y más por quererla sin haberla conocido. Algo raro de él.

—Estoy de nuevo aquí, te traje esta rosa ¿Es hermosa verdad? —colocó la rosa delicadamente sobre la estructura de concreto —Quiero decirte que lo logré —sonrió sinceramente sin que alguien le devolviera la sonrisa —Terminé la Universidad con las mejores notas, siendo el mejor de la generación y ahora empezaré mi internado en una de las mejores editoriales de Corea... Todo es gracias a ti, porque no me dejaste desamparado y por él ¿Lo recuerdas? El mismo chico que estaba moviendo mi corazón... Taehyung. Me enamoré de él como idiota... —hizo una pausa —Hoy fue el último día que lo veré, ya no habrá más excusas para vernos. Me hubiera gustado que por lo menos una vez me hubieran escogido... —el ambiente se tornó silencioso cargadas de respiraciones de un corazón roto. Las rayas de agua cayeron en sus mejillas sutilmente, se quedaron allí ignorando que estaba llorando —Lo sé, debo de seguir como pasaba cada año en el orfanato... espero que la rosa te haya gustado, nos vemos madre.

Acomodó su traje para salir como si nada hubiera pasado, no tenía a donde ir, excepto el lugar que acondicionó como suyo, nadie que lo esperara. Al llegar se recostó en el sofá para quitarse el traje quedando en ropa interior, fue a la cocina para preparar su cena, enseguida se sentó para comerla con tranquilidad hasta subir en el ático, tomó una copa de alcohol que le ayudará a conciliar el sueño y quedara profundamente dormido, cansado cerró los ojos.


*

Minho lo abrazó en todo el recorrido, un tacto cariñoso que le gustaba, pero que lo volvía inseguro de que quería de él. El auto los dejó en la entrada de un lujoso hotel, se dirigieron en el ascensor hacía el piso más alto por lo que logró darse cuenta, era normal ir con él a varios hoteles en la zona de restaurantes y no dudaba que se trataba de la misma manera esa noche, pero aún estaba con el pendiente de la dichosa "sorpresa" que temía que fuera otra cosa.

Caminaron por los pasillos para ver que su novio sacó una tarjeta y deslizarla en una puerta.

—Llegamos Tae —dejó entrar a su novio para que pudiera observar el lugar, se trataba de un lujoso pent-house que tenía una zona privada de restaurante que daba una vista a la ciudad que incluía un jacuzzi y la otra zona era de habitación, ambas estaban adornadas en un tono cálido y romántico que le heló la sangre, no por que fueran feas, sino que no estaba preparado y nunca lo estaría.

Enseñando al Nerd (HopeV)Where stories live. Discover now