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Tomó un taxi e indicó la dirección en el lugar donde se hacían las fiestas de la facultad de Derecho. Él no iba a esos lugares, donde solo iban hormonales a tomar cualquier tipo de alcohol, divertirse de forman inmadura y tener sexo desenfrenado. No le gustaba mezclarse con ese tipo de personas, superficiales.

Recorrió el lugar buscando algún indicio de esos dos, al dichoso amigo y al chico genio por algún lado, pero solo alcanzaba a ver a muchas personas que se le acercaban queriendo algo, mismos que alejaba de forma molesta, lo único que quería era encontrar al chico y llevarlo a su casa. Las personas borrachas chocaban con él molestándolo más y más, entró en la sala donde vio a mucha gente bailando, se mezcló entre ellos quitándolos de su camino hasta llegar cerca de una gran mesa y allí lo vio.

El chico de cabellos castaños estaba bailando de manera lenta y provocativa, casi como el chico que vio hace un rato en el bar, pero este se veía más sensual meneando sus caderas al ritmo de la música y con tres botones abiertos de su camisa fuera de su pantalón, agitó las manos al cambiar la música casi cayéndose de la mesa, estaba realmente borracho, este solo se reía y volvía a recuperar el equilibrio.

Mostraba su lado sexy lejos de ser el chico avergonzado y dulce que mostraba a los demás. La música cambió a una popular haciendo que el castaño enloqueciera, así como los espectadores debajo de la mesa que le pusieron más atención y empezaron a decir al unisonó "Sin ropa".

¿Qué rayos le estaban pidiendo?

—¡Tae bájate de allí!

Escuchó apenas esa débil voz que provenía del chico de labios gruesos que intentaba agarrar a su amigo de los pies para bajarlo, sin lograrlo. Se arrastró entre la gente para llegar con el bajito.

—¿Tú lo trajiste aquí?—le reclamó al chico pelinegro que lo miró con la boca abierta.

—No, él me invitó a esta fiesta, según quería despejar su mente, pero al llegar empezó a tomar y en un descuido ya estaba allí arriba. Tenemos que bajarlo antes que se desnude y alguien lo grabe por siempre.

—¿Quielen que me quite esta ropa? —preguntó el chico en la mesa.

"Si" gritaron todos los espectadores alzando los brazos por la música logrando captar también la atención de esos dos. El castaño agarró su camisa para empezar a desbotonar el resto de botones mientras movía sus caderas.

Un chico logró subirse en la mesa, igual o peor borracho que el castaño, se acercó al menor con la intención de tocarlo.

—No aléjate... —le dijo al sujeto extraño alejándose de él —¡Ah! —gritó al sentir que era jalado hacia abajo.

Hoseok lo atrajo hacia él en un rápido movimiento, lo tomó de sus piernas y lo cargó al haberlo bajado de la mesa, el chico al darse cuenta del rostro conocido solo se acurrucó —Eres alguien muy...  —estaba molesto en la forma que lo encontró y con lo último, donde un extraño intentara tocarlo, nadie podía hacerle eso.

—Hoseok mi amigo, tengo sueño llévame a mi camita —se pegó a su pecho y cerró los ojos.

El mayor volteó a ver al menor de cabellos negros —Vamos a llevarlo a su casa Shimin.

—¡Es Jimin! —dijo molesto el amigo del castaño siguiendo a esa persona que era la primera vez que interactuaba.

Los tres salieron de la fiesta caminando a una calle visible para tomar un taxi con el fin de llevar al borracho Taehyung a su casa. Era la primera vez que Jimin se encontraba con el mayor hablando o tratando de hablar con él, porque solo lo había visto de cerca cuando quería hablar con Taehyung; no le traía buena espina. Había escuchado varios rumores de él, lo escaneó con la mirada viendo que tenía cargado a su amigo como un bebé, suspiró cansado, de alguna extraña manera lo estaba cuidando.

Enseñando al Nerd (HopeV)Where stories live. Discover now