Enseñando al Nerd (HopeV)

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—Va a estar bien, solo necesita descansar y reposar unos días el brazo golpeado —tomó sus cosas para salir de esa habitación —Lo bueno que no se golpeó la cabeza, porque no lo dejaríamos dormir.

—Gracias por venir a esta hora doctor —dijo el aliviado chico, más tranquilo con lo que escuchó  del doctor.

—No es nada Min —hizo una reverencia al conocido joven.

El doctor que fue llamado para asistir a la mansión conocida de los Min salió de esa habitación para dejar a esos dos solos. Yoongi se sentó justamente en el sillón que estaba al lado de la cama donde se encontraba Jimin durmiendo cómodamente. Revisó la hora dándose cuenta que era casi la una de la madrugada. No pensó mucho cuando lo cargó, porque lo terminó metiendo en su auto y lo trajo nada más que en su mansión en minutos, ahora estaba más calmado y estaba preparando las palabras que le diría a su algodón de azúcar cuando viera que había despertado en su cama.

Observó su calmada respiración, sus labios y mejillas esponjosas al dormir, era adorable y besable, borró lo último de su atontada mente, vio que aún mantenía sus sudorosas prendas, así que se levantó para ir por ropas suyas para prestarle. Encontró una sudadera azul y unos pants holgados que estaba seguro que se le verían bien, las asentó en la cama mientras iba a preparar el baño para cuando se despertara.

Volvió en unos minutos sentándose de nuevo contemplando el relajado chico que dormía, hasta que lo vio quejarse y moverse entre sus sábanas, no le importaba que Jimin tuviera sus ropas mojadas por el sudor en su cama.

El pelinegro sintió un fuerte dolor en su brazo izquierdo y espalda, se agarró en el último lugar tocando de igual manera su cabeza, abrió los ojos para darse cuenta que estaba en una cama desconocida, miró por todos lados reconociendo un lujoso espacio hasta topar con la mirada del rubio que le regalaba una sonrisa.

—¿Yoongi? -preguntó lo obvio ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? Se encontraba en ese lujoso cuarto con ese rubio —¿Dónde...? —se agarró de nuevo el brazo que le empezó a palpitar por el dolor.

—Te caíste y lastimaste tu brazo izquierdo. No es grave, solo necesitas reposo. Da la coincidencia que me encontraba a esa hora en la Universidad y te encontré en el suelo. Me tomé la molestia de traerte a mi casa, porque no sé dónde vives.

—¿Estabas en la Universidad a esa hora? —tanteó en su cuerpo esperando no haberse lastimado de verdad por sus exigencias.

—Si, pasé por tu sala de ensayo —le sonrió ligeramente temiendo que lo descubrieran espiándolo.

—Gracias Yoongi, es la segunda vez que me rescatas —se incorporó decidido a irse a casa, no quería deberle muchos favores al rubio.

—Espera no puedes irte, tómate un baño, cena aquí y te llevo a casa.

—No, eso es demasiado Yoongi, no podré pagarte todo lo que haces por mí.

—No me importa el dinero, entra en el baño. Allí tienes mi ropa, te espero para que cenemos.

No pudo negarse, en poco tiempo estaba limpio de todo ese sudor que su cuerpo desprendió, la ropa del mayor le quedaba mucho más grande sintiéndose cómodo. La casa era grande, pero hogareña, le gustaba.

Le llevaron unos sándwiches que devoró casi al instante, estaba realmente hambriento después de una intensa sesión de baile.

—Come despacio, nadie te está apresurando —le regaló una sonrisa antes de llevarse un poco de comida a sus labios.

—Lo siento —se sonrojó a la imagen de un desesperado comedor compulsivo. Agarró lo que quedaba para darle leves mordiscos observando al calmado rubio comer a su lado con una sonrisa que no quitaba de su boca.