Capítulo 35: La luna de los lobos

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Alicia reía, nerviosa y emocionada. Quedaban menos de dos horas para el gran baile de invierno. Taissa la ayudó a ponerse su vestido, y una vez que estaba lista, la observó, pendiente de cualquier fallo. Aquel día tenía que estar radiante. Sin embargo, a pesar de las telas, el brillo y el maquillaje, la ilusión que plasmaba todavía permitía ver por debajo que era simplemente una chica de quince años.

—Por favor, solo un mes más, porfi.

—Alicia, ya te he dicho que no podemos —Alicia refunfuñó, diciendo que solo sería hasta su cumpleaños, pero aunque Taissa quiso aceptar y verla perder un poco de ese toque aniñado que su cara poseía, sabía que no podía.

Taissa acarició la tela que caía de las hombreras de su propio vestido, un vestido que había amado desde el mismo momento en que lo había visto. Dio media vuelta, y la capa, unida por dichas hombreras, pareció seguir su paso dejando una estela ondeante. La tela parecía como si fuera una cota de malla hecha de tan fino material que casi tintineaba. Las hombreras, también como si fueran parte de una armadura, seguramente por la experiencia que tenía Dani con éstas, se veían afiladas con tres salientes, uno encima del otro. En su cuello, una gargantilla con pedrería negra hacía que se sintiera como si su barbilla estuviera más alta, y de sus hombros, antes del comienzo del vestido, colgaban finos collares plateados adornando el escote en V. El vestido caía con soltura, con un cinturón a juego con la gargantilla. Era completamente negro, incluso las joyas, y sin embargo, la forma en la que resaltaba contra su piel le gustaba. Taissa se llevó la mano hacia la única preda con algo de color que portaba, el colgante de rubí sellador, del mismo tono que sus labios.

No faltaría mucho para que pudiera dejar de llevarlo, pensó, y luego comprendió lo tonta que era. Una vez que llegaran a Annwyn no estarían a salvo, ni siquiera aunque de allí originara su sangre. No era como otros reinos que eran permisivos o aceptaban la magia, Annwyn pertenecía a Cryum y hasta que ese hecho no cambiara, no estaría a salvo.

Despejó la cabeza y observó a Alicia por última vez. Se miraba al espejo retocando su cabello, poniendo unos finos mechones en su sitio. Su ayudante de cámara, Shenna, le había hecho un recogido hacia atrás con trenzas, y estaba segura de que su plateado vestido, brillaría ante la luz de la luna. Era diferente al suyo, sobre todo después de los retoques de Céline, para hacerlo más adecuado a su complexión física y a su edad. Las mangas transparentes hacían que su piel se viera tanto pálida como algo plateada. El corpiño negro hacía contraposición al resto del vestido, lo que la hacía resaltar, y aunque fuese palabra de honor, su pequeño pecho no llamaba demasiado la atención; capturada por un colgante de zafiro.

Se puso junto a ella en el espejo y le preguntó —¿Dani no va a venir? —Esperó su respuesta mientras observaba como su espeso cabello caía en rizos oscuros, sueltos por todos lados. No se acostumbraba a verlos de esa forma, así que no le acaba de convencer, pero Alicia y las demás aseguraban que se veían espectaculares.

—No, dijo que prefería prepararse en su cuarto —Le contestó con una mirada a través del espejo.

—¿Y eso? —preguntó. Ella se encogió de hombros.

—No sé, simplemente dijo que estaríamos muy apretujadas aquí las tres con los vestidos y nuestras ayudantes —No parecía una mala razón, a pesar de que no creía que les hubiese faltado espacio realmente.

—¿Nos vamos? —Ella asintió con una honda respiración, atusándose el vestido. Iban a llegar algo tarde, pero contando que Alicia la mayoría de veces no aparecía, sus padres no estarían muy decepcionados.

Los pasillos lucían desiertos a excepción de los guardias que los vigilaban. El número de estos había aumentado considerablemente desde que habían empezado a llegar los invitados, pero en vez de hacerla sentir más segura, a Taissa la inquietaban. No se necesitaban ese número de guardias sin una razón, pero gracias a Dios, ella sabía a qué se enfrentaban... más o menos.

El grimorio robado (La corte de los desterrados #1)Where stories live. Discover now