Capítulo 11 - Malentendido

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ANNIE EVANS

El campo de baloncesto empieza a llenarse de gente, tanto de espectadores como de periodistas y de la mayoría de padres del instituto. Hoy es viernes e inicia la temporada de baloncesto.

—¿Has vuelto a hablar con él desde lo que pasó? —pregunto acomodándome en el asiento cruzando las piernas.

—No —responde mientras revisa su móvil.

—Quizá te dijo la verdad…

—No. Me lo dijo simplemente para burlarse de mí y ya está —dice Madison con una sonrisa irónica.

De repente miro al frente visualizando a Caleb sentarse justo a nuestra altura. Me fijo que lleva su cámara de fotos colgada sobre su cuello.

—¿Y tú qué tal trabajando con Caleb?

—Lo llevo bien, tan solo me centro en mi trabajo y ya está. Lo cierto es que a veces cuando se forman colas en la sección de palomitas me mete un poco de caña y me tengo que morder bastante la lengua porque ya sabes, yo no sé mantenerme callada —Madison ríe y asiente dándome la razón —, pero por todo lo demás bien.

—Oye, ¿Peter no va a venir?

—Me ha llamado diciéndome que se va de viaje con sus padres y que no podrá venir.

Madison asiente y poco después los jugadores de baloncesto del instituto y del equipo contrario salen para iniciar el partido. En la primera parte del partido quedan 2-2; un chico moreno de tez blanca ha marcado el primero y Jackson ha marcado el segundo. Cuando llega el descanso todos los jugadores se meten dentro de los vestuarios y ponen música de fondo.

—Madison, voy un segundo al baño.

Ella siente y como puedo me abro el paso entre la gente para ir a los baños. Cuando estoy sentada sobre el váter, de repente, escucho la voz de April y Gianna —creo que son ellas —.

—Madre mía, vamos empatados, ¿crees que ganaremos? —escucho decir a Gianna.

—Por supuesto que ganaremos querida. Tenemos al mejor jugador de baloncesto, con Jackson Williams el triunfo está asegurado —dice está vez April.

—Cada día lo veo más guapo, ¿no crees? Bueno, a él, a Matt, a todos. Que suerte has tenido de haber estado con Jackson… —escucho a April reírse ante lo que ha dicho Gianna —. Pero, ¿Sabes qué? Ahí falta Callum… es una lástima que esté postrado en una cama.

—Shh, eso no lo puedes decir en voz alta.

Justo cuando Gianna hace ese comentario me quedo sentada intentando no hacer el más mínimo ruido.

—Vale vale, lo siento…

—Y tampoco se te puede escapar lo otro.

¿Qué otro? ¿De qué está hablando? Con el corazón en un puño deslizo el trasero más hacia atrás y pongo mis pies sobre el váter.

—¿Qué otro? No te entiendo —April suelta un profundo suspiro y se queda callada varios segundos hasta que la escucho decir…

—¿Eres tonta? Pues que estuve con Callum la noche del accidente, eso —murmura pero lo suficientemente claro como para que yo lo pueda escuchar. Abro los ojos sintiendo mi corazón encogerse.

—Tranquila, nadie lo sabrá, yo no se lo he dicho a nadie.

—Y espero que siga siendo así Gianna, por tu propio bien. Vámonos anda.

Cuando escucho que ambas salen del baño, un minuto después salgo yo soltando un profundo suspiro. Me lavo las manos secándomelas con papel y me aprieto un poco más la coleta. Y ahora, ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Quedarme callada? ¿Decírselo a Caleb? ¿Por qué demonios me ha tocado escuchar esa conversación?

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