Capítulo 37 - Hacer la prueba

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Cuando llegamos y bajamos del coche no tardo en abrazarme a mí misma del frío que hace. Cuando Madison toca el timbre, pocos segundos después nos abre la puerta y visualizamos al líder del jugador de baloncesto: Jackson. 

—Hola chicas, bienvenidas —dice de forma graciosa y las dos nos reímos.

Madison no tarda en besar a su chico pasando sus brazos alrededor de su cuello y los brazos de él alrededor de su cintura. Paso la lengua por mis labios rascándome la nuca sintiéndome un pelín bastante incómoda así que con sigilo, paso por su lado deteniéndome en el salón. Al ver que siguen acaramelados, carraspeo.

—Chicos, no pretendo ser inoportuna pero Jackson, ¿dónde están los demás?

Madison y Jackson se ríen y se separan. 

—No te pongas celosa Annie si quieres te doy uno a ti también —dice guiñándome un ojo y Madison le pega un codazo y lo fulmina con la mirada para después reírse, Jackson suelta un pequeño quejido —. Aunque pensándolo bien no, tú amiga me mataría y Caleb también.

—Matarte es poco, Williams —Dice Madison quitándose la cazadora lanzándole una mirada de pocos amigos concluyendo con una risa. 

—Vamos al pequeño comedor, están allí. 

Caminamos dirigiéndonos hacia allí. A medida que poco a poco nos íbamos acercando escuchaba las risas de los chicos al fondo. Cuando estoy justo en la puerta del salón, me doy cuenta de que mi novio está sentado en el sofá de espaldas a mi. Les hago un gesto a los chicos llevándome el dedo índice a los labios para que guarden silencio hasta que le tapo los ojos a Caleb. Él palpa mis manos completamente calmado.

—¿Has llamado a alguna chica y no sabía nada Jacks? —Abro la boca con incredulidad —. ¿O has llamado también a Susy para que venga? 

Los chicos sueltan una carcajada y Madison me mira completamente sorprendida intentado no reírse.

—Muy bonito Sprouse —digo quitándole el gorro de la cabeza dándole una colleja a continuación.

—¡Oh, vamos! Era una broma.

—Lo que tú digas —le miro con cara de pocos amigos y me siento en otro sofá que hay junto con Matt y me pongo el gorro sobre la cabeza.

—Bueno chicos, ¿nos echamos unas canastas? —Propone Matt. 

—Tardamos —dice Callum levantándose del sofá. 

Todos se levantan dirigiéndose a la salida. Me pongo justo delante de Madison cuando unas manos sobre mi cintura me hacen retroceder hacia atrás. 

—¿Estás enfadada? —murmura sobre mi pelo aún con sus manos en mi cintura. 

—No —sonrío y me giro para mirarlo cara a cara —, pero me podrías haber dicho otro nombre, no el de Susy. Es como si ahora me dices que me quieres hacer fotos y yo te digo que no, que prefiero que me las haga Peter. 

Caleb me mira sorprendido alzando ambas cejas. 

—¿Sabes cuál es la única diferencia? Que a Peter le gustas, en cambio Susy ya no siente nada por mi. 

—¡Eso es mentira! Peter no siente nada por mi, en cambio, Susy seguro que sigue sintiendo por ti, sino ya me explicarás porque trabaja en el cine que trabajas tú cuando hay miles de cines en Milán.

—Porque es el cine de nuestra urbanización —dice y casi logra quitarme el gorro pero me aparto — y Peter si que está por tí —dice siguiéndome. 

—Mentira —sonrío y retrocedo.

—Verdad —dice avanzando hacia mi.

—¿En qué te basas? —Retrocedo pero no puedo hacerlo ya que me lo impide la pared.

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