Capítulo 34 - Deseo

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A segunda hora Caleb y yo llegamos al instituto. Justo cuando cruzamos la puerta el timbre suena y los alumnos empiezan a salir de las aulas para cambiarse de clase o simplemente dirigirse a sus taquillas. 

Cuando estamos a pocos pasos de nuestra aula visualizamos a Madison y a Jackson. Ellos inmediatamente se acercan.

—Caleb, ¿cómo está Callum? ¿Os ha reconocido? ¿Está todo bien? —Pregunta Jackson con entusiasmo, la gente que pasa por nuestro lado nos observan como si llevásemos las caras pintadas o llevásemos un cartel luminoso. A continuación mis amigos me miran a mí esperando una respuesta. 

—Sí, tranquilo —murmura Caleb —. Vámonos a Literatura y te voy contando mejor. 

Jackson asiente y ambos se despiden de nosotras. 

—Me parece que tienes muchas cosas que contarme —dice Madison divertida alzando ambas cejas.

—Y yo necesito que me pongas al día de todo, he perdido muchas clases. 

—Hoy comes en mi casa, tú me cuentas y yo te pongo al día con todo. 

—Trato hecho —sonrío —. Vámonos a anatomía anda, que llegaremos tarde.

Cuando la clase de anatomía finaliza, Madison y yo nos quitamos las batas blancas ya que hoy hemos hecho una clase práctica. 

—Oye chicas —dice Peter detrás nuestra —, ¿es cierto lo que dicen? —Madison y yo lo miramos sin responderle a nada —¿Callum ha despertado?

—¿Y qué es lo que dicen exactamente? —Pregunto curiosa.

—Pues eso, que ha despertado del coma. Es la noticia del instituto. Bueno, eso y que la casa de ellos se ha quemado por culpa del padre de ellos. Dicen que seguro que tiene sus trapicheos por ahí. 

—¿Por qué siempre la gente se tiene que ir metiendo en la vida de los demás y no se centra en la suya propia? —Dice mi amiga negando con la cabeza. 

—Totalmente de acuerdo. 

Madison y yo salimos del aula dejando a Peter con la duda. Al finalizar las clases Madison y yo nos subimos al coche en dirección a su casa. A la hora de comer nos sentamos en la mesa con su madre y poco después nos vamos a su habitación. Madison empieza a sacar los libros y me informa detalladamente lo que han estado dando estos días. 

—Y ahora tú me vas a contar cómo es eso de que te escapaste de tu casa para irte a Roma a ver a Caleb —dice girándome sobre la silla giratoria para que le dé la cara. 

—Mi tía no me dejó ir así que no tuve más remedio que escaparme. Necesitaba saber cómo estaba Caleb y él tenía el móvil sin batería como para contactar con él.

—¿Y viste a Callum?

—No, no quise entrar. Me reencontré con Caleb en la cafetería del hospital y después subimos pero lo único que hizo él fue despedirse de su hermano, Jack nos ordenó que nos volviésemos y… —sonrío —Decidimos pasar allí la noche. 

—Parece una película de amor.

—Eso tú, que eres una intensa —digo moviéndome con la silla giratoria. 

—¿Intensa yo? —Se señala —La intensa aquí eres tú que te escapaste de tu casa para ir a verle. Aunque yo hubiese hecho lo mismo por Jackson, sinceramente. 

—¿Y qué tal con Jackson? 

—Bien, aunque a veces discutimos. Él me fastidia y como soy un blanco fácil lo consigue. Aunque a veces tengo miedo.
—¿Por qué? —Ladeo la cabeza curiosa. 

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