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Capítulo 20 - Contigo

A medida que vamos circulando por la carretera apoyo el codo en la ventanilla mientras miro los paisajes a través de ella. Desbloqueo un momento el móvil y cuando miro la hora me doy cuenta de que llevamos cuarenta y cinco minutos en el coche.

—Caleb, ¿dónde me estás llevando? 

—A un sitio —se limita a decir.

—Hombre, me imagino —me río irónicamente —. ¿Me puedes decir dónde?

—¿Qué te crees, que te voy a secuestrar? —bromea esta vez mirándome.

—Muy gracioso…

—No seas impaciente Evans, pronto llegaremos. Te gustará, creo —dice dudando.

—Pero, ¿falta mucho?

—Un poco, así que ponte cómoda. 

—Bien —suspiro poniéndome cómoda en el asiento del copiloto cruzando las piernas. 

—Te dije que quería pasar tiempo contigo, conocerte y eso es lo que pretendo hacer.

Sonrío y le miró tímidamente y él me devuelve la mirada con la misma intensidad. 

—¿Te has traído la cámara de fotos? —pregunto curiosa mirándole dándome una buena vista de su perfil.

—Por supuesto, nunca voy a ningún sitio sin ella.

—¿Desde cuándo haces fotos?

—A los catorce años empezó a interesarme y en cuanto ahorré un poco de dinero me compré la cámara de fotos. Me encanta plasmar en una foto todas aquellas imágenes, paisajes, monumentos, sitios y personas que me gustan —dice mirándome de una forma divertida mientras yo me limito a sonreír.

—¿Y si te hago fotos, qué me dirías? —le miro curiosa.

—¿Y por qué no? A parte de hacer fotos también me gusta que me las hagan.

—Entonces, ¿te puedo hacer algunas fotos?

—Claro.

—No. ¿Sabes qué? Las voy a hacer con mi móvil. Quiero tener recuerdos de esto.

Saco el móvil del bolsillo de mi chaqueta, pongo la cámara frontal y me hago alguna que otra selfie. Giro la cámara enfocando a Caleb mientras conduce; en las fotos él me mira de reojo, sonríe o simplemente hace alguna que otra mueca. A continuación pongo la cámara en modo video dándole click a iniciar y éste emite un pequeño ruido. Giro el móvil enfocándome a mí.

—Hola hola. Estoy aquí con Caleb. Estamos yendo a un sitio que para mí es completamente inexistente… espero que no me secuestre —susurro esta vez a la cámara. Caleb me mira negando con la cabeza —. Bueno chico del gorrito —giro la cámara apuntándole a él — saluda a la cámara, ¿no? 

Caleb se limita a sonreír y sacude la mano en forma de saludo mientras sigue conduciendo. Entonces, prosigo:

—Y bueno Caleb, ¿dónde pretendes llevarme?

—A un sitio que te gustará mucho.

—¿Y con qué intención lo haces?

—¿Esto es una entrevista? —me mira de reojo alzando una ceja. 

—No. Simplemente estoy creando recuerdos. Tú los haces con fotos pues entonces yo con vídeos —Caleb sonríe mirándome esta vez así que decidí concluir el vídeo enfocándome a mi: —Bueno, Caleb no está muy hablador, está centrado en la carretera así que cierro aquí este vídeo y cuando lleguemos al sitio seguiremos haciendo vídeos. Hasta pronto. Di adiós a la cámara Caleb.