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Capítulo 38 - Aniversario desenfrenado

ANNIE EVANS

Me miro en el espejo dándome los últimos retoques, asegurándome de estar bien maquillada y con el pelo y la ropa bien. A continuación me dirijo a la habitación, cojo la chaqueta, el móvil, compruebo que tengo suficiente dinero en mi cartera, lo guardo dentro de bolso y me dirijo hacia abajo. Justo cuando me estoy poniendo la chaqueta llaman al timbre. Abro la puerta visualizando a Caleb más arreglado de lo normal y sin su sello de identidad. 

—¡Qué guapo! —sonrío observándole mientras me pongo bien la chaqueta, él sonríe en respuesta. 

—Gracias —dice aún con la sonrisa marcada en sus labios —. Te he traído esto —dice poniendo las flores delante de mí, es un ramo de rosas rojas. Cuando las huelo mi corazón se ensancha ya que nunca me han hecho este detalle. 

—Son muy bonitas —sonrío —, pasa y las pongo en agua. 

Abro uno de los cajones que hay en el salón y cojo uno de los jarrones que tiene mi tía guardados. Lleno el jarrón con agua y subo a mi cuarto dejando las flores allí. A continuación bajo y veo a Caleb observando las fotos que tiene mi tía en el salón. 

—Toma, esto es también para ti.

—Caleb, con las flores era más que suficiente —sonrío de lado.

—Para nada —niega —, después de que me comporté como un capullo y desconfíe de ti, te mereces esto y más. 

Sonrío negando con la cabeza y abro el envoltorio. Abro los ojos completamente sorprendida ante lo que estoy viendo.

—¿El libro de Romeo y Julieta? —Digo pasando la mano por la portada asombrada.

—Sí —sonríe tímidamente —. Yo también me lo he comprado. 

—Es genial cariño, me encanta —sonrío, a continuación termino de acercarme a él y le beso en los labios haciéndole una leve caricia en la mejilla —. ¿Nos vamos?

—¿Irnos? —Frunce el ceño —Creía que íbamos a quedarnos aquí.

—Y yo también lo creía pero me he enterado de que hay una feria en un barrio que está a veinte minutos de aquí. Hay sitios para comer, atracciones y de más. ¿Te apetece que vayamos? No volveremos muy tarde, mañana hay clase. 

—Está bien.

Dejo el libro sobre la mesa y salimos de mi casa no sin antes coger las llaves del coche. 

—¿Me dejas conducir a mí? —Dice Caleb capturando las llaves de mis manos. 

—A la vuelta —sonrío cogiéndole las llaves de nuevo y subimos al coche. 

Veinte minutos después llegamos a la feria y como no encontraba aparcamiento, he tenido que aparcar en un parking a cinco minutos de la feria.

Justo a la entrada había un cartel con el nombre del barrio Navigli. Cuando nos adentramos en ella me quedo maravillada por lo precioso que es este barrio, lleno de luces y con un lago con barcos. A medida que caminábamos, la gente se hacía fotos para que saliese el agua y las luces de fondo. 

—Esta ciudad es preciosa, de hecho, creo que todo Italia es bonito —comento observándolo todo como una niña pequeña. 

—Pues aún no lo has visto todo —sonríe pasando su mano por mi espalda mientras vamos avanzando —. ¿Te gustaría que en navidades nos fuésemos a Nápoles? —Pregunta esta vez mirándome —Podríamos hablarlo con Madison y Jackson e irnos los cuatro. Podríamos pasar el fin de año allí. 

—¡Esto estaría genial! —Digo dándole un beso en la mejilla, Caleb sonríe ante mi gesto —. Me apetece algodón de azúcar —comento cogiendo su mano entrelazándola con la mía.