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Capítulo 54 - Suficiente

CALEB SPROUSE

Después de unas increíbles vacaciones en semana santa, por fin hemos aterrizado en Milán. Mi tío Jack quiso que nos fuésemos de vacaciones los cuatro juntos para celebrar la vuelta de mi hermano y de mi padre y para celebrar que todo había vuelto a la normalidad. 

Antes de irnos, estuvimos debatiendo dónde podríamos ir, pero eso sí, no podíamos salir de Italia por nuestro presupuesto, así que mi hermano y yo nombramos la opción de visitar Palermo y así fue. 

Nada más llegar a casa pongo mi móvil a cargar con la esperanza de que resucite, pero no, no es así. No se qué le pasa que cuando quiere encenderse se me apaga de repente y no funciona. Miro hacia la ventana de Annie que está completamente agachada. ¿Cuándo llegará? No sé absolutamente nada de ella porque desde que se me ha estropeado el móvil no he podido comunicarme. 

Salgo un momento de la habitación y justo antes de bajar las escaleras veo que mi tío tiene la puerta entornada de su habitación, entonces decido asomarme un momento, la abro un poco sin querer e inmediatamente se percata de que estoy ahí. Me quedo un poco alucinado al ver lo que tiene en las manos y empiezo a comprender por qué lo he visto tan apagado estos días. 

—¿Y ese anillo?

—Era para Claire —dice sin quitar la vista del anillo. 

—¿Le has pedido…? 

—Sí —me interrumpe —, se lo pedí justo antes de las vacaciones. 

—Y por lo que veo no a aceptado. 

—Observas bien porque así ha sido —suspira —. En fin. Se ve que no me quiere lo suficiente como para casarse conmigo. 

—Pero yo estos meses os he visto muy bien —digo sentándome a su lado. 

—Y lo hemos estado pero se ve que no le lleno lo suficiente como para casarse conmigo —mi tío niega con la cabeza y yo pongo mi mano en su hombro para reconfortarlo —. Al principio cuando nos conocimos solo era sexo, no era nada serio. Nos acostábamos y nos podíamos acostar con quién quisiéramos. Después a mí me empezó a gustar demasiado y eso a ella le asustó y nos distanciamos. Después nos volvimos a dar una segunda oportunidad cuando Annie llegó. 

—Pero esta vez la relación ha ido más en serio, ¿no?

—Sí, claro. Pero se ve que no me quiere lo suficiente como para querer unir su vida a la mía. No sé —suspira —, de todas formas ahora cuando vuelva hemos acordado en que vamos a definir nuestra relación. 

—¿Has hablado con ella? —Mi tío afirma.

—Esta misma noche llegan. 

—Todo va a ir bien, ya lo verás.

—No —sonríe irónicamente —, conozco a Claire y sé que no. 

—Sea lo que sea, me tienes para lo que sea, ¿vale? Me voy a comprar un móvil que el mío ha fallecido. 

Mi tío asiente, me da las gracias y salgo de casa. Me pongo el casco, subo a la moto y me dirijo al centro a una tienda de móviles. 

No tenía ni idea de que mi tío pensara en pedirle matrimonio a Claire, lo que me sorprende es que le haya dicho que no porque yo los veía muy enamorados. Cuando nos dieron las vacaciones de semana Santa Annie me dijo por la tarde que su tía había decidido irse a Estados Unidos a ver a Anastasia, la madre de Annie y porque a Claire le hacía ilusión también conocer Estados Unidos. Estas vacaciones hemos estado en contacto por videollamadas o llamadas normales porque a veces ambos estábamos muy cansados y cuando hablábamos era por la noche por la diferencia horaria.