WITCH SWAN| H.p y Crepusculo.

01

—¡CAPÍTULO UNO!
La nada misma.

Había visto todos los colores antes de cerrar los ojos y dejarse ir.

Pensando que estaba esperando una muerte segura y encontrándose solo con la sala de un hospital.

En definitiva estaba viva y eso en este momento era lo peor a su parecer.

   —Hay algo llamado "humanidad" ¿Sabes lo que significa?— le preguntó Harper a su padre.

  —Harper...— dijo en un suspiro y fue interrumpido.

  —No me digas Harpie, me abandonas en otro continente ¡Como un paquete!

Y la noticia había salido a la luz. Aunque Harper siempre supo que era adoptada no esperaba que el hombre que la había criado tuviera contacto con su padre biológico como se enteraba ahora.

Polo se lo había dicho: iría a Forks, un pequeño pueblo en Estados Unidos, donde podía empezar su rehabilitación. También le había informado que su padre biológico era el jefe de policía de ese pueblo.

Pero lo que Harper se preguntaba más que nada era: ¿Porqué en Estados Unidos? ¿Porqué no en Inglaterra? Donde realmente había muy buenas clínicas de rehabilitación.

Era fácil la respuesta: Polo se estaba desasiendo de ella. La estaba enviando a otro continente sin pensarlo, o eso le parecía.

—Perdón Harper, pero yo no puedo pagar un tratamiento así y lo sabes. Y Charlie se ha ofrecido en cuanto le conté la situación.

La castaña dejó salir las lagrimas, la verdad se sentía horrible estar en esa cama. Le dolía la cabeza a más no poder y se sentía sudorosa y destemplada.

Seguramente esos eran los efectos de la sobredosis que acababa de tener.

—Tengo frío...— tirito la chica entre las sábanas.

Harper se empezaba a sentir mal devuelta, ya no sentía el paraíso que sentía antes, ahora sentía un profundo y gran frío.

Sintió la caliente mano del farmacéutico en su frente.

—¿Qué te pasa?

Harper y su padre adoptivo escucharon a lo lejos personas corrían hacia un lugar en específico, como si alguien tuviera una urgencia.

—Voy por una enfermera.— informó preocupado el hombre.

Polo salió de la habitación a osos apresurados.

En cambio Harper sentía un montón de cosas en su interior en ese momento. Sudaba frío y un molesto, lastimoso y horrible zumbido no dejaba en paz su cabeza.

Sintió lo mismo que ese día cuando murió Cedric. Esa sensación que no se la podía atribuir a ninguna parte de su ser las ahí estaba, la sentía.

Como dos cuerdas se desataban, se cortaban, se deshilachaban. O quizá hilos, no lo tenía muy claro.

Quizá alguien se estaba muriendo al otro lado de la habitación, no lo sabía.

Más lo sentía.

* * *

Harper vio el avión despegar, ya saben esa pequeña carrerilla que hace en la pista antes de volar por lo cielos. Y que personalmente antes le encantaba, cuando no estaba tan mareada como ahora.

Cuando no sentía que le faltaba el aire.

En ese avión a lo que ella sentía "la nada misma" se dio cuenta que ella misma también era nada.

Se sentía tan pequeña entre tantas personas, entre tantas caras desconocidas.

Y era extraño, como si el mundo se hubiera parado, mejor dicho como si fuera ella la que avanzara lento y el mundo demasiado rápido, como si no pudiera seguirle el paso al mundo y por eso mismo le dolieran los tobillos y la mente.

Porque el mundo nunca se iba acostumbrar a Harper Jules Di Cleardio, y ella misma ya lo tenía asumido.

Harper observó la ventana a su lado, las nueves que ya estaban a su lado.

Y por primera vez decidió que era buen momento para cerrar los ojos y descansar. Necesitaba descansar. No solo se lo pedía su cuerpo, si no su mente llena de caos y descontrol.

La británica le aterraba el no tener pastillas, el no tener ese suministro que para ella le daba la vida y para muchas personas se la quitaba.

Por eso hizo lo que seguramente yo y muchos haríamos al querer escapar de una horrible realidad.

Refugiarse en lo encantador de sus sueños.

Porque la mente era un abanicó de posibilidades, solo que a la bruja la mayoría de veces le mostraban la cara mala de ellas.

Harper no era la persona con la mejor de la suerte.

Y Forks no podía cambiar eso.

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@RossieSFF