WITCH SWAN| H.p y Crepusculo.

20

—¡CAPÍTULO VEINTE!
Movimiento divino.

Y ahí entendió que el verdadero dictador y tirano, era Archer Viglioni, quien planeaba tomar el té con su enemigo.

De traje de gala, con el pelo bañado en gel y una sonrisa un tanto escalofriante, Archer esperaba que la chica tome su lugar en la mesa.

Él era un verdadero psicopata. No sociopata, si no un psicopata.

  —¿Quieres azúcar? No le va a hacer mal a ese saco de huesos que llamas cuerpo ingerir un poco de calorías.— contestó burlón.—Así no vas a poder vencer a nadie Harper.— bufo con falsa molestia.

  —¿Qué quieres?— preguntó directa, harta de sus juegos.

  —Jugar. Amo jugar, nací para jugar.— su tono de voz era tan desesperante.— Soy como a los perros callejeros que les dan comida luego de días sin probarla, la guardo hasta el último momento, hasta que no puedo más con él hambre y ahí es cuando pruebo el elixir que tengo entre manos.

Harper se removió internamente, le había causado escalofríos su tono, pero igual siguió.

  —Si esa es tu forma indirecta de decir que eres un perro, no te lo negaré.

Frente a ella Archer se convirtió; la taza que tenía en sus ya temblorosas manos fue azotada drásticamente contra una pared, su ceño se frunció de una manera impensable, sus ojos se cargaron de odio y locura y su mandíbula se apretó con quizá rabia. Parecía otro. No parecía el Archer que hacía chistes y se burlaba de sus presas.

  —¡Cierra la boca maldita!— Archer respiraba agitadamente.

Harper salto en su lugar, había gritado con tanta rabia mientras golpeaba con su puño la mesa haciendo saltar varias cosas de lugar.

Por un instante pareció tranquilizarse.

  —Ya no se puede tomar el té tranquilo.—'se quejó mientras limpiaba sus manos con una servilleta de tela.