WITCH SWAN| H.p y Crepusculo.

19

—¡CAPÍTULO DIECINUEVE!
Shimontelle

Harper en ese momento solo había pensado en lo mejor para su familia, para Theodore quien agonizaba del dolor.

Cuando llegó a la casa de los Cullens, la más cercana y donde había un doctor y una docena de vampiros, no pudo pensar que había sido la mejor elección. Ahí él estaría a salvo.

Cuando los vampiros salieron de la casa, alertados por el olor, y se encontraron con Harper en ese estado y a un humano flotando sobre su cabeza su confusión no podría plasmarse mejor en sus rostros.

Y ahí ella, esperando a saber de él en la sala de la casa, moviendo el pie de un lado al otro en un gesto de nerviosismo, mordiendo sus labios sin sentir dolor alguno y jugando con sus dedos duramente.

Lukas,  en el marco de la puerta, parado derecho, tenso por el olor a sangre en el ambiente, observaba con pleno dolor a su amada. Notaba su nerviosismo, su dolor, su notable mal estar.

No podía verla así.

Como los dos previeron Carlisle bajo de su oficina, tenía el uniforme manchado de sangre lo que solo hizo que el vampiro más joven se tensará y apretará sus puños con más fuerza.

Harper se levantó de donde estaba, de un salto, dispuesta a saber exactamente el estado del que consideraba como un padre; ya que ella sabía con ciencia cierta que no estaba muerto, aún no.

   —¿Y Theo?

   —Su sangrado a parado en muchas de las heridas, pero hay marcas en su cuello, le han estado privando del aire. Tiene algunos golpes en la cara, además del labio partido. — explicó el médico con mucha pena.

Harper quizá se contrajo de dolor, se sentía mal que por ella él tenga que pasar todo ese dolor. Cerró los ojos con fuerza, pensando en cómo le diría eso a Itza.

Itza.

   —Tengo que llamar a Itza, avisarle que Theo ya está estable.

  —Decirle que tú también estás bien.— intento decirle Isabella que ella también era importante.