Tercera Cornisa: Los Iracundos

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Pronto llegan a la siguiente cornisa, y Virgilio avisa a ___ que otra “P” ha desaparecido de su frente. ___ imagina de pronto una misteriosa escena, en un templo al que entra una mujer que parece madre. Ella dice:

“¿Por qué haces eso, hijo? Estábamos buscándote tu padre y yo angustiados”.

Pero al término de la frase, la escena desaparece de su mente, se trataba de la Virgen María con el niño Jesús. Enseguida observa una turba enardecida de ira, lapidando a un inocente, como ejemplo de la docilidad que se debe tener, virtud opuesta a la ira, que se purga en esta cornisa; es la imagen de la aniquilación del mártir San Esteban por un grupo de personas judías. Tras estas escenas, ___ regresa de sus alucinaciones. El guía percibe en su discípulo una actitud como de quien regresa de un sueño profundo y pregunta:

“¿Qué sucede? Pareces recién despertado/a de un sueño que te ha dejado trastornado/a”.

___ le confiesa las imágenes que ha visto y la sensación que le ha causado.

Así, caminan al atardecer, con los ojos abiertos para  ver con claridad lo que pueda ocurrir; de pronto, sobre ambos, un humo espeso comienza a rodearlos nublándoles la vista. ___ crea en su mente una alusión de tres ejemplos de ira castigada.

Después de ello, se ve de nuevo un paisaje claro y una luz encendida, mientras se desvanece por completo el humo. Es el ángel de la paz que ha llegado a señalar el camino y a borrar con una ala otra letra “P” de la frente de ___. Virgilio, entonces, propone responder a tal amabilidad y darse prisa antes de que la noche los atrape. Por su parte, ___, con animación, apresura y alarga los pasos hasta llegar a una escalera, en la que se detiene maravillando un canto,  Beati pacifici. Es el primer versículo de la séptima bienaventuranza, es decir “bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.

Los poetas caminan por un largo rato hasta que son sorprendidos por la oscura noche, la cual es necesaria para que puedan descansar. El discípulo pregunta a su maestro de qué se trata la siguiente cornisa, y éste explica que la pereza es la clave del lugar próximo, pues es un pecado que se tiene que purgar. Así, hace una descripción del buen y mal amor, que a fin de cuentas son las semillas que generan virtudes y penitencias. Sin embargo, el hombre también genera odio, que que desquita con su prójimo y que nace de tres maneras: la primera es la soberbia, que se apodera del que piensa en un solo espacio, y dice amarse así mismo; la segunda es la envidia, que no admite que otros ganen, por el temor de perder él mismo, y la tercera manifestación de odio es del iracundo, que al ser ofendido hiere en venganza. Estos son los pecados que se purgan en las cornisas inferiores, por las que ellos han peregrinado, y las siguientes son de los que pagan por el amor lento.

La Divina Comedia ✔︎Where stories live. Discover now