La Divina Comedia ✔︎

Tercer Cielo o Cielo de Venus

Los antiguos creían que Venus refiere al nombre de una diosa que inspira amor sensual a los morales a la que en algún tiempo hicieron culto inmoral, por ello gira en sentido contrario a los demás astros. Aquí moran los que se dejaron llevar por el amor al humano y que fueron rescatados más tarde por el amor divino.

Así, a lo lejos, de una nube fría salen vientos muy fuertes; se trata de los fulgores divinos, y mientras eso sucede, algunos de los habitantes entonan con dulzura un hosanna. Estas son almas que aún no han sido purificadas completamente. Entre ellas reconoce a Carlos Martel, amigo personal, y pide licencia a Beatriz para acercarse a él; ella sugiere que lo haga, pues la luminosidad del alma proyecta una felicidad suprema.

Después de unos minutos de hablar con Martel, el/la poeta desea hablar ahora con el alma que está junto a él; se trata de Cunniza de Romano, la amante del trovador Sordello, que se ubica en el segundo rellano del Purgatorio. Ella se dejó influir por el planeta Venus, a tal punto que tuvo cuatro maridos, y entre el primero y el segundo, dos amantes. Durante sus últimos años, su vida fue de penitencia en la ciudad de Florencia, y por esta transformación a un amor divino, no fue enviada al Infierno con las grandes amadoras. La mujer hace varias profecías sobre Italia sustentada en su visión de los espejos angélicos, llamados tronos, que reflejan los juicios y designios de Dios.

Entre otros espíritus que ahí habitan aparece luminosa otra alma moradora, Raab, una mujer que escondió en su casa a los espías enviados a reconocer el terreno por Josué, por lo tanto, contribuyó al triunfo de éste en la tierra de promisión; más tarde se casa con un príncipe de Judea y de ese matrimonio tuvo a Booz, bisabuelo de David, de cuya descendencia nacería Cristo. Por este motivo ella ha subido a la gloria.