De una fuga y otros desastres •TERMINADA•

♛ D O S ✏

Amaba a mi hermana con todo mi ser, pero eso no era suficiente como para estar animado en su fiesta de cumpleaños.

Nunca había sido fan de las fiestas en general y mucho menos las de disfraces y mucho menos que se hicieran en mi casa, pero por Martina hasta me pondría a bailar a mitad de la pista... no animado, pero lo haría.

Las escaleras de la sala se dividían en dos hacia arriba y entre el lado izquierdo y derecho había un pequeño pasillo que dejaba la vista libre hacia abajo como si fuera un balcón. En ese lugar estaba con James y con Alicia mientras la gran entrada de Martina se daba. Mi gesto debió ser muy brusco porque Alicia me dio un golpe fuerte en el hombro a modo de regañina.

—Quita esa cara de gruñón —exigió—. Es la fiesta de tu hermana menor, no seas así.

—No quiero estar acá —repetí por milésima vez—. Haré buena cara y fingiré cuando Martina esté a mi lado, pero de resto no, no fingiré con ustedes.

—Esta es tu oportunidad de enredarte con Maddie —murmuró James con ironía y aunque no estaba realmente festivo, no tenía una cara tan mala como la mía—. Ha venido de Cenicienta, tú de Príncipe, es como predestinado. —Soltó un bufido a sabiendas de que Maddie había elegido ese disfraz a propósito.

Bajé la mirada a la pista de baile donde Maddison era la que más destacaba con su gran, brillante y pomposo vestido. No era un secreto que ella era divina, pero tenía un serio conflicto en que me parecía hermosa, pero su personalidad me chocaba. Sí, tenía una atracción física hacia ella, pero nada más, y aunque no se mostraba ni un poco negada a mí, su actitud siempre me frenaba de intentar algo con ella. 

—Es tan hermosa por fuera —murmuré con algo de desdén—, pero es tan fea por dentro. Solo mírala, se trajo el vestido más llamativo para el cumpleaños de una supuesta amiga. ¿Quién hace eso?

—Una estúpida en busca de atención —concedió Alicia—. No te conviene acercarte mucho.

—Pero hoy es cenicienta —siguió James—. Puedes buscarle rollo hoy y a medianoche decir que se rompió el hechizo.

—Y que no me interesan las cenicientas con personalidad de hermanastra —completé, riendo—. No, gracias. Algo me dice que Maddie es demasiado complicada y que enrollarme con ella no quedará en solo una noche. La imagino como un chicle luego pegada a mí o haciendo pucheros a su padre dando quejas. Es una nena consentida.

—Pues la pegajosa no ha dejado de mirarte desde que estamos acá, debe estar esperando que bailes con ella —desdeñó Alicia—. Podrías tener mejores gustos, Andy.

—Tengo mejores gustos, por eso ni me le he acercado. Ni siquiera entiendo para qué Martina la invitó.

—Porque es popular y debía ser invitada —Alicia blanqueó los ojos—, Martina solo quiere encajar en ese círculo estúpido y admira a la barbie esa. Maddison es mala, es antipática y regalada. Apuesto a que en un par de horas buscará la manera de meterte la lengua en la garganta.