♛ V E I N T I U N O ✏

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Cuando Alicia me sacó de mi cómodo sofá a las diez de la noche con la excusa de que debía ir a ver a Elías, la mandé a volar pero cuando me dijo que Isa estaba ahí y que estaba algo así como drogada, la curiosidad me pudo más

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Cuando Alicia me sacó de mi cómodo sofá a las diez de la noche con la excusa de que debía ir a ver a Elías, la mandé a volar pero cuando me dijo que Isa estaba ahí y que estaba algo así como drogada, la curiosidad me pudo más. Puede sonar cruel, pero es que era difícil imaginarme a Isa con efectos de alguna droga, es decir, si era así de loca en sus cinco sentidos, no la imaginaba de otra manera.

—¿Y cuál es tu plan? —le pregunté en el auto, muriendo de frío pese a la calefacción.

—El primero, es ver qué le pasa a Isa. Pobrecita, no sé cómo pasó, pero Elías dijo que era un inconveniente así que asumo que fue sin querer. Ella se ve muy sana así que la imagino medio aterrada por el asunto.

—¿Cómo alguien se droga por accidente?

Alicia soltó una risa corta pero sonora.

—Vale, sé que acabamos de conocerla, pero seamos sinceros, eso de drogarse por accidente es algo creíble viniendo de ella.

Reí también porque era cierto.

—Su vida será todo menos aburrida. —Negué con la cabeza, divertido—. Voy a fingir que sacarme a esta hora de mi casa es solamente porque eres una buena samaritana que le quiere ayudar a una pobre chica drogada y no porque quieres ver a Elías.

—Oye, es como matar dos pájaros de un tiro.

—Claro. ¿Y luego?

—Pues pensaba quedarnos en tu casa mientras tanto. —Ladeé la mirada enarcando una ceja—. Vamos, tus padres no están y los míos sí. Martina tampoco está, ¿qué te cuesta darnos refugio por un par de horas?

—Sé que no eres en realidad así de bondadosa y que algo tramas... pero ya estoy acá y es un sábado aburrido, no pierdo nada.

Alicia sonrió complacida y dedicó el resto del camino a maquillarse un poco con la ayuda de la luz del auto. Según la ubicación que Elías le había enviado ya habíamos llegado y nos bajamos para buscar en el parque a la pareja. No tardamos en dar con ellos y para mi sorpresa, Alicia se acercó primero a Isa que lucía algo ida. Elías se levantó y me saludó.

—¿Qué fue lo que le pasó? —pregunté.

—Fuimos un momento a la fiesta de Lucas, no por la fiesta en sí sino porque yo necesitaba hablar con un compañero. No tardamos nada, pero Isa se quedó comiendo en la mesa mientras tanto y se comió un par de brownies sin saber que tenían marihuana.

Quise reírme, pero el gesto de Isa me daba un poco de lástima; sus ojos estaban vidriosos y lejanos, su piel estaba pálida y sus labios casi azules aunque eso era obviamente por la baja temperatura del ambiente y que ella solo traía una chaqueta delgada.

—¿Isa? —llamó Alicia, ella no le respondió. Mi amiga la abrazó y le buscó la mirada con algo de esfuerzo—. Corazón, ¿estás bien? ¿cómo te sientes?

De una fuga y otros desastres •TERMINADA•Where stories live. Discover now