♛ D I E C I S É I S ✏

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Miraba a Elías fijamente y sé que en mi rostro había una mezcla de asco y vergüenza ajena

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Miraba a Elías fijamente y sé que en mi rostro había una mezcla de asco y vergüenza ajena... una mirada muy similar a que tenía Andy a mi lado mientras observaba a Alicia.

Nunca he creído mucho en eso de las almas gemelas o cosas por el estilo, pero ver a Alicia y a Elías comiendo era una prueba de que para cada persona hay un igual en alguna parte del mundo; nunca había visto a una chica tan bonita y de apariencia tan delicada comer de la manera y en la cantidad que ella lo hacía.

Yo ya había visto antes comer a Elías y siempre era igual de... carente de reglas de etiqueta, sin embargo presenciarlo en partida doble era todo un espectáculo. No sabía cuál de los dos había comido más tacos en menos tiempo ni cuál tenía los dedos más untados de comida.

Andy estaba a mi lado igual de absorto que yo y se inclinó un poco hacia mí para hablarme.

—Usualmente es una dama, lo juro.

Su tono bromista me hizo sonreír.

—Y él un caballero, lo juro también.

Andy y yo también estábamos comiendo, pero con un poco más de moderación y recato; admito que yo estaba un poco más cohibida de comer como siempre porque Alicia y Andy eran personas que recién conocía —técnicamente— y al menos no quería dejar una mala impresión... ya cuando tomara confianza sería diferente.

El local a donde fuimos estaba cerca de mi casa y sé que posiblemente era lo menos fino que alguno de ellos dos había visitado alguna vez, pero no pusieron un mal gesto ni una asquerosa mirada como la de Maddison en ningún momento y lo agradecí; la humildad de Martina era de familia, eso era seguro.

—Oye, sobre lo que dijo Maddie en la pista... —dijo Andy de nuevo, bajando el tono. De todas maneras no es que la pareja que nos acompañaba nos prestara mucha atención—. Siento que te debemos unas disculpas.

—No fueron ustedes quienes dijeron eso, no te preocupes. Además, te sorprendería la cantidad de personas con esa actitud que pisan el almacén. De hecho esta vez fue satisfactorio porque le pudimos responder, cuando es un cliente solo debemos asentir y decirles que tienen la razón.

Andy sonrió.

—Hubiera querido ver la cara de Maddie cuando tu amigo le dijo que comprara humildad.

Le di un mordisco a mi taco y asentí, sonriendo aún con la boca llena.

—Fue grandioso —admití entre dientes—. Desde que llegué esa chica me miró mal, no lo entiendo.

Vale,Alicia me había dicho que ella quería a Andy o alguna cosa, así que mi primerasuposición fueron celos,pero igual la loca esa había exagerado, no era como si yo fuera parejade Andy o algo; Maddison era supertóxica.

—Sí, sobre eso... ella tiene un gusto por mí y Alicia le dijo que estabas saliendo conmigo, quizás fue por eso.

Eso resolvió un detalle.

De una fuga y otros desastres •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora