Después de la creación del hombre, la oscuridad y la luz fueron utilizadas para crear criaturas totalmente excepcionales; los virtutem iluminandi, una raza constituida por 6 especies únicas en su clase; ogros, vampiros, hadas, elfos, brujos, magos...
lo obligaron a casarse con una joven a la cual no amaba, y con seguridad el no era feliz.
- te entiendo – susurre un poco apagado por la situación – ¿que te dijeron nuestros padres? – pregunte cansado, ya me podía imaginar de que se trataba.
- ya tienes una prometida yoongi – susurro mientras sacaba una pequeña foto de su cartera – se llama soyeon – dijo mientras me la entregaba, era una joven vampiro muy bonita, de buena familia y estudiaba en el internado también.
- la conozco – dije mientras guardaba la pequeña foto en mi bolsillo – ¿ella sabe de esta decisión? -pregunte mirando a los lejos.
- sus padres le dirán pronto – fue lo ultimo que dijo min ho antes de desaparecer en la espesura de la noche.
Me recosté un momento, permitiéndome admirar un poco mas la luna y lo que ahora representaba para mi.
- si lo que dijo mi hermano es verdad – susurre mirándola detenidamente – quiero que le hagas saber a mi alma gemela que sin importar quien sea la amo, y que de todo corazón espero nunca encontrarla, que por favor se abstenga de buscarme, no soy nadie que pueda amar incondicionalmente, mi mayor muestra de amor es esta, así que por favor aleja a esa persona de mi -concluí con lagrimas en los ojos, no entendía absolutamente nada, lo único que tenia era un dolor profundo en mi pecho, el sentimiento de soledad y ansiedad era abrumado, sin duda alguna un terrible sentimiento me carcomía por dentro, sin mas solo pude llorar en silencio.
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Wonho.
Ya habían pasado casi dos meses desde aquel incidente, todo parecía tener buena pinta y si las cosas seguían de esa manera hoy seria nuestro ultimo día cuidando del internado.
Al ser tan pocos brujos, no podíamos dividirnos en grupos por lo cual nos tocaba a todos todo el día.
- ¿Ya todos tienen sus provisiones listas? – grite mientras miraba a todos mis subordinados, pronto muchas bolsas y mochilas se alzaron en el aire demostrando así que teníamos los necesario para cumplir con nuestra labor.
- Yo también voy – escuche a alguien gritando, para mi sorpresa esa persona era jeon jungkook, el joven lobo que en poco tiempo se había vuelto mi mejor amigo.
- ¿Que hacas acá? – pregunte mientras lo recibía con un breve abrazo – ¿no deberías estar durmiendo?.
- Debería estar haciendo muchas cosas mas certeramente – dijo mientras se colgaba mejor una pequeña mochila en los hombros – pero eres mi mejor amigo, y ustedes apenas son 80 brujos y 2 de ustedes son menores y se supone que los menores no deben cuidar del internado, pero aun así lo hacen por que no se pueden permitir tener 2 menos, por lo cual quiero ayudarlos el día de hoy y así cuidar mejor de hux y hacerte mucha compañía – dijo mientras me regalaba una de sus sonrisas tiernas.
- Eres un buen amigo Conejo – susurre mientras lo abrazaba por los hombros caminando con el de esa manera.
Nos dispusimos a separarnos mucho y así ponernos en lugares estratégicos alrededor del internado hux, nos sentamos en el suelo y con magia hicimos un gran domo impenetrable que cubría todo el internado.
- Yo iré a vigilar desde adentro – dijo jungkook mientras se adentraba a un mas al bosque, quede totalmente solo, la personas que mas tenia cerca a era a Jong dae el cual estaba a varios metros de distancia sentado en el suelo también concentrando su energía para mantener el domo intacto.
para los pequeños aprendices podía llegar a hacer un poco difícil, pero para mi no era mas que pan comido, por lo cual solo me recosté en el árbol que estaba detrás de mi mientras comía algunos frutos secos.
Una leve risa se escucho, rápidamente abrí mis ojos y para mi sorpresa me encontraba acostado en una cama y en mi pecho había una joven.
no podía verle la cara, pero sabia que la amaba mas que a mi vida.
-te amo – susurre contra su pelo, mientras abrazaba su cuerpo desnudo el cual estaba sobre el mío - ¿deberíamos casarnos ya? – dije mientras la estrujaba mas contra mi y me permitía oler mejor su aroma, era embriagador, y ya estaba acostumbrado a el.
Leves carcajadas salían de su boca, pronto sentí como con su dedo me hacia un corazón en el pecho justo al lado de su cara, para después coger mi mano y besarla, me sentía tranquilo, por primera vez en mi vida me sentí en casa.
-te amo wonho – susurro y yo solo cerré los ojos agradeciendo al cielo por permitirme estar con ella, sin previo aviso sentí sus labios contra los míos.
Un leve dolor a mi costado me hizo despertar inmediatamente, con asombro mire a la persona que me había golpeado.
-nam eres un hijo de puta – dije casi gritando mientras me ponía de pie, estaba bañado en cólera, por fin podría verle la cara a la joven de mi sueño y no pude por su culpa.
- ¿yo? – dijo fingiendo inocencia – te hice un favor.
