3. Primer conocido

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Al despertarse y quedar veinte minutos viendo el techo se enfrentó a un problema. No porque sea malo ni por asomo, sino que implicaría consecuencias ni tan buenas y ciertamente le da un poco de pena. Yoongi es un empedernido al trabajo, casi diría que está obsesionado y hasta cierto punto por eventos pasados entiende que sea así, pero una vez Yoongi se duerme no hay quien lo levante en las próximas veinte horas.

Lo cual ha sido su máximo de quedarse dormido. Aspira un día permanecer las veinticuatro horas corridas.

Y bien la complicación en este instante es que lo tiene tan fuertemente agarrado que el más mínimo movimiento implicaría despertarlo. No es bueno para la salud de nadie. Siendo Jimin no se molesta tanto, pero igual permanece gruñón prácticamente todo el día. Con mucha delicadeza se desliza hasta salir del abrazo que lo tenía atrapado. Da un suave grito de sorpresa, un repentino tirón lo sienta en la cama.

—Duerme otro rato. Haré el desayuno y te lo dejo listo. —Acaricia la cabeza de cabello negro que pintaría pronto.

Es decir, cuando tuviera el decolorante y el tinte... Y la aprobación de Yoongi.

—Se supone que iba a despertarme primero para otra cosa ...—Farfulla adormilado.

— ¿Eh? ¿Esta levantado? —Asiente aún con la cabeza en la almohada. Yoongi tiene un problema severo con eso. Prácticamente todo el tiempo que duerme y despierta se erecta. Obviamente la mayoría del tiempo solo va al baño a tomar una ducha o lo ignora. Otras tantas con Jimin de compañía pues... Está claro.

Jimin regresa a la cama, bajo la sábana y Yoongi se pone de lado, aun adormilado y con el objetivo de volverse a dormir. Las manos pequeñas de Jimin le acarician la cadera en tanto que su respiración da con su virilidad endurecida. Los labios suaves de Jimin dan una sensación espectacular.

Es curioso, pues la diferencia usual entre los labios de un hombre y los de una mujer es que los del hombre son menos suaves. Para este instante Yoongi esta molesto por una sola razón y es que no puede ver a Jimin. Es un placer morboso el admirar como besa el pene hasta engullirlo por completo.

Levanta la sabana, Jimin tose y lo mira de forma acusatoria.

—Perdón.

— ¿Te vas a dormir de nuevo? —Asiente—. Voy al desayuno... Aunque antes al baño.

Está con el mentón y clavícula sucios. Iba a bañarse de todos modos, pero ahora es mucho más urgente que antes. Tardó sus buenos treinta minutos tratando de quitar cualquier residuo de fluido inapropiado o que ya sea asqueroso por el rato que lo tuvo encima. Una vez duchado y vestido -sin siquiera hacer mover a Yoongi que está en el quinto sueño-, prepara el desayuno, come acompañado de Holly.

Guarda con cuidado el desayuno de Yoongi. Siempre que despierta esta hambriento y devora lo que se cruce primero en su camino. Holly podría estar en el menú de Yoongi si el sueño sigue al mando de su cuerpo.

Revisa el refrigerador y los estantes. A pesar de que llevaron toda la comida que les quedaba en sus respectivos departamentos hace falta más. Tendría que ir a un mercado para de abastecer la precaria situación de dos locos tragones. Dependiendo del progreso y del desenvolvimiento de Yoongi esta semana le pediría ayuda.

De otro modo a ingeniar como traer al culo del mundo una despensa.

Ahora que lo piensa, ni siquiera sabe si hay un auto mercado como tal. Este pueblo tiene demasiadas semejanzas con Silent Hill. El clima, estar a mitad de la nada, habitantes quedados a mirar de manera espeluznante. Espera que al menos sus vecinos no sean de esa manera. De ser así tendría un infarto.

Doll Eyes || YoonMinWhere stories live. Discover now