19. Lo que más Anhela

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Ir dando suaves pasos por la encantadora vivienda no es nada nuevo, puede considerarse su forma de vivir. Llega hasta el cuarto que, en la realidad, es su salón de práctica. La música viene del piano, Other Yoongi lo toca con la maestría que ya ha visto en el Yoongi de su realidad. Tras concluir la pieza Jimin aplaude en pequeño con una sonrisa.

— ¡Jimin! —exclama, casi lanzándose a abrazarlo—. Tenías tanto tiempo sin venir ¿Por qué me abandonaste? Te extrañe demasiado. —Lo toma del rostro, acaricia las mejillas suaves y sonríe con gesto anhelante y satisfecho.

—Oh, estaba ocupado, es todo. —afirma acurrucándose en el agarre de Other Yoongi.

—Ya veo ¡No importa! En el tiempo que no estuviste preparé una sorpresa nueva para ti. Estás lleno, así que darte de comer evitaría que puedas disfrutar de la maravilla que tanto me esmeré en hacer. Ven. Te muestro.

Jimin lo sigue con dificultad, pues tiene piernas largas en comparación a las suyas. Le indica que cierre los ojos al momento de abrir la puerta. Lo conduce al interior y chasquea los dedos. Jimin abre los ojos y da un pequeño chillido, brincos y las manos echas puños con la emoción desbordándolo.

Es un salón de baile inmenso. Tal como el de esa escuela carísima a la que fue a concursar una vez de joven. Los espejos continuos, el piano de cola blanca y detalles dorados. El suelo pulido, techo oscuro con pequeños bombillos continuos. Es indudablemente el salón de baile de sus sueños. Other Yoongi enlaza las manos en su espalda, tamborileando los dedos., con su cabello marrón y una pañoleta blanca.

— ¿Te gusta?

—Es bellísimo, es imposible que no me guste. —da algunas vueltas en sí mismo y se detiene para mirar a Other Yoongi que le sonríe muy suavemente.

—Creí que sería más apropiado aquí que en el estudio. —Opina caminando a su lado, en tanto que Jimin da algunos pasos del ballet que hace muchísimo no practica. Other Yoongi toma su mano para acompañarlo.

—Es perfecto.

Es lo que vine a buscar. Perfección ajena a la realidad: El ambiente, Yoongi, los sonidos, los olores... Librarse de la realidad que tanto lo ha estado atormentando estos días. Sea falso o real todo esto, de momento no importa. Dejó la puerta abierta para adentrarse aquí a perderse.

Other Yoongi le muestra un pequeño closet en el que se cambia de ropa y pone zapatillas. Incluso la ropa es de su gusto. Camisa holgada, pero pantalón que recubre sus piernas por completo. Bien puede clasificarse como femenina. No le importa. Es igual a Taehyung en ese aspecto: Si la ropa es linda, le queda y le gusta ¿Por qué no?

—Probemos.

Toma asiento en piano y Jimin espera unos cuantos segundos antes de ponerse a bailar con la melodía. Inicia el movimiento, tan delicado como la tonada en piano lo exige, así como lo que transmite. Suena tan igual a Yoongi... Cuando estaban en Seúl en el salón de baile con él tocando, sentir su mirada en cada momento como si de verdad le gustara lo que hace. La manera en que acababan riendo por prácticamente nada. Sentarse junto a él para robarle un beso suave. Que Yoongi no tomara importancia a que aplaste las teclas del piano para abrazarlo.

Son momentos que se han perdido un poco por el tiempo. A medida que hay más responsabilidad, más estrés y...

«Encontré motivación por ti. Agradezco mucho haberte conocido»

Yoongi sencillamente no sabe cómo manejarlo.

»Lárgate de una puta vez«

Se torna complicado...

«Tú eres el primero el apoyarme ¿Eh...?»

Difícil de mantener bien y a salvo.

»¿Se supone que debe impórtame? Tengo mejores cosas que hacer que escuchar esta estupidez. Es solo un sueño. «

Imposible de lidiar con simples palabras de apoyo.

«Jimin-ah... Te amo ¡No hagas eso! Mira que decir esto ya es lo suficientemente embarazoso- ¡No soy tierno!»

Estar allí ya no es suficiente. Posiblemente nunca ha sido suficiente.

»Lamento tanto... no poder hacer nada por ser una persona que realmente merezca tu cariño. A veces me doy cuenta de la plasta de mierda que soy y no entiendo porque no te largas por algo mejor «

Se deja caer lentamente. Other Yoongi contempla al bailarín inmóvil. Aprieta las manos en el suelo. Un quejido, luego otro que se vuelve gemido lastimero; transformado en sollozo mientras se encoge en sí mismo. Quiere a su Yoongi de vuelta... Quiere al que no lo grita, lo desplaza y que se cree un ser repugnante e inútil. Se llevó las manos a la cara y sollozó con fuerza, con la cara húmeda por las lágrimas cuantiosas que brotan de sus pequeños ojos.

— ¿Jiminie? —ve a Other Yoongi y siente mayores ganas de llorar.

Quiere a Yoongi y ni siquiera esta copia puede llenar ese deseo... Desea volver con el real, al tiempo de antes donde tocaba el piano para que pudiera bailar, donde solo dormía en un sillón en lo que él trabajaba y así no molestarlo; comer porquería viendo alguna película; en que los ataques de pánico no eran una preocupación, tampoco que decayera con ideas erradas. Simplemente... Volver con su novio.

El trabajo lo está consumiendo tanto que ya es como volver a ese tiempo en que es acertado llamarlo un esclavo de su propia pasión en la peor manera.

—Está bien. Me tienes a mí.

Aunque recibe su abrazo, no lo quería. Esto no es real. Es solo una copia, que como sus ojos abotonados demuestran: Es como una muñeca que refleja lo que más quiere volver a tener en Yoongi.

Su sonrisa.

Su seguridad.

El amor siendo tan obvio y descarado así fuese únicamente en la intimidad.

Las ganas de inventar más y enseñárselo como si fuese un niño.

Other Yoongi es la manifestación de su deseo más grande y saber que es irreal lo impide realmente disfrutarlo. Solo provocan más ganas de llorar, ansia de gritar y querer que el mundo real explote por ser tan pesado que aplasta a Yoongi. Sea antes, ahora, en un futuro. Lo destruyen y él no puede hacer nada por ayudarlo. Es tan desesperante. Decepcionante y asfixiante.

Other Yoongi tamborilea los dedos en la espalda de Jimin. Muy suavemente y con mala expresión reflejada en el espejo.

No está cayendo... Solo lo extraña más. Se supone que Jimin debería estarse enamorando o estar fascinado con él. No extrañar hasta el punto de llorar y desear que todo se arregle.

¿Qué tan importante puede ser para él un hombre que lo trata así? No entiende y siente envidia de él. Un sentimiento que jamás había sentido con semejante intensidad. Le arrebataría a ese infeliz lo más importante que tiene y sería más que una copia. Luego se lo restregaría en la cara apenas tenga el alma de Jimin en mano y la consuma frente a sus ojos.

Pues... Nada más delicioso que consumir un alma llena de esperanzas por una vida más feliz a la que tiene, conseguirla y que haya sido una trampa desde el principio.

Doll Eyes || YoonMinOù les histoires vivent. Découvrez maintenant