NUESTRA ES LA FURIA | Pesada es la corona y, sin embargo, ella la usa como si fuera una pluma. Hay fuerza en su corazón, determinación en sus ojos y la voluntad de sobrevivir reside en su alma.
Ella, eres tú
Una guerrera, una campeona, una luchadora...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🔸☀️🔸
— ¡Robb!
Para cuando Lena trató de detenerlo ya era demasiado tarde, el Rey en el Norte tenía a Theon por el cuello con su espalda chocando contra la pared.
— ¿Qué diablos estas haciendo aquí? —cuestionó alzando la voz— ¡Cómo te atreves a poner un pie en mi hogar!
Theon dejó de luchar cuando se resignó a que no lo soltaría tan fácil, Robb seguía ignorando los gritos de su esposa y su hermana.
— Mátame si eso quieres, lo merezco. —dijo con difícil, pues su agarre era cada vez más fuerte. Robb estuvo a punto de tomar su espada.
— ¡No! —gritó Sansa con todas sus fuerzas.
Entonces Robb sintió unas manos sobre él, Lena lo miraba con ojos suplicantes pero a la vez lo bastante decidida como para hacerle frente.
— Basta, por favor. —le rogó. Él aún sostenía a Theon del cuello de su atuendo— No lo hagas.
— Lo defiendes después de lo que hizo. —le recriminó— Traicionó a mi familia, tomó mi hogar, amenazó a mi gente...
— Y salvó a tu hermana. —le recordó— Sin él, Sansa estaría muerta.
Robb la miró seriamente, había algo de razón en sus palabras pero su rencor era aún más grande y el hecho de que su propia esposa estuviera de su lado lo irritaba aún más.
— No puedes...
— Creo que tengo un poco de derecho al tomar decisiones. Y he decidido recibirlo.
Y no se equivocaba, ella no había pedido ser reina, pero al final lo era, así que debía y podía actuar como tal. De pronto lo soltó y Theon pudo volver a jalar aire.
— No se quedará aquí. —sentenció. Y sin volver a mirarla, salió.
🔸☀️🔸
— ¿Segura que estás bien? —preguntó Gendry notando a su hermana cabizbaja.
Lena alzó los hombros soltando un suspiro. Robb estaba más que enojado, sabía que tardaría un poco en volver a la normalidad.
— En un matrimonio hay discusiones, son cosas que pasan.
No quiso darle más vueltas al asunto porque sólo conseguía entristecerse más. Al menos su amigo estaba a salvo y de regreso.