♔- LEONES EN EL NORTE

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30 | LEONES EN EL NORTE

30 | LEONES EN EL NORTE

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Lena negaba efusivamente en total desacuerdo. Rechazaba la idea de su esposo aunque él tratara de convencerla de todas las maneras posibles.
La guerra estaba más próxima de lo que habían planeado; los exploradores alertaron esa mañana que el ejército de Tywin Lannister estaba a sólo días de distancia, no les quedaba mucho tiempo, horas posiblemente.

— No, no lo haré. —negaba efusivamente— No me pidas que haga eso.

El Rey en el Norte tenía a su hijo en brazos desde hace un rato. Caminaba por toda la habitación mientras le repetía cuánto lo quería y lo valiente que debía ser.

— No tenemos otra opción. —dijo Robb con pesar— Es la única forma de mantenerlos a salvo. Oberyn sabe de esto, yo mismo me encargué de comunicárselo hace unos días.

— ¡No te dejaré! —exclamó ya más desesperada. Y es que en las últimas semanas ese era el único sentimiento que tenía.

Iría a Dorne, claro que lo haría, pero con él, como siempre lo habían prometido.
Robb estaba arrodillado frente a ella, tomando sus manos con fuerza, en unos segundos las lágrimas que estaba tratando de contener saldrían sin control.

— ¿Confías en mi? —le pregunto, con los ojos cristalizados. Lena suspiro al intentar parar de llorar— Entonces haz lo que te estoy pidiendo, por favor. Cuando el momento llegue, huye, no mires atrás y no escuches nada. Cierra los ojos y cuando los abras, todo habrá terminado. No regreses por mi, por más que tus impulsos te quieran controlar, no lo hagas. Sigue tu camino que yo te alcanzaré después. Siempre iré a donde tú estés. 

Las lágrimas habían cesado, pero ahora corrían como si de una cascada se trataran. Lena se abalanzó sobre él, abrazándolo tan fuerte que nadie pudiera ser capaz de alejarlo de ella.

— No puedes dejarme, ni ahora ni nunca. —le dijo exigente. Luego lo abrazó con fuerza y se besaron como su la vida se les fuese en ello.

Robb ya había estado en múltiples batallas, era un guerrero joven pero experimentado, pero por alguna razón, ésta la aterraba más que ninguna otra.
Tocaron la puerta. Ese sonido significaba salir sin saber si regresaría.

— No... —lloriqueo tomándolo del brazo. No quería que se fuera, quería cerrar la puerta con todos los seguros posibles y no dejarlo ir.

Robb se giró hacía ella, tomó su rostro entre sus manos y besó a su esposa, luego besó la frente de su hijo.

— Volveré. Siempre volveré a ti.

Y entonces salió a la batalla.

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Las puertas se cerraron, asegurando con eso la protección de todos los que se encontraban adentro. Robb dejó indicaciones específicas. Si algo salía mal, lo primero y más importante que debían hacer era poner a todos a salvo.
Theon llegó a su lado arriba de su caballo.

— ¿Estás asustado? —le pregunto su amigo, a lo que el Greyjoy se giró a verlo.

— Debo estarlo. —le respondió el kraken— No es cualquier cosa.

— Bien. Eso significa que no eres estúpido.

Theon rió con ironía al escuchar las mismas palabras que él le había dicho años atrás cuando marcharon al sur. Robb rió con él.

— Robb... —sus risas cesaron. Era hora de afrontar la realidad, y no era tan agradable como quisieran— Eres  mi hermano, ahora y siempre. Te seguiré hasta el final.

El joven lobo asintió agradecido.
Le daba gusto haber recuperado esa amistad, tener de vuelta al amigo que era como su hermano. Sabía que con él, estaba tranquilo de que todo estaría en orden.

— Los Lannister ya están aquí. —informó la Reina Targaryen.

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— Lena...—la llamó Catelyn desde la puerta. Sansa y Bran estaban a su lado— Es hora.

La joven Baratheon salió de la habitación con Joseph en brazos. Las personas iban de un lado a otro, unas más alteradas que otras. Sólo podía escuchar que los Lannister invadieron Winterfell, por eso mismo ahora era escoltada por Podrick hacía las criptas junto a toda su familia y aquellos que también pudieran resguardar.
"Recuerda bien el camino" Fue lo que le dijo Robb cuando le mostró el lugar donde debería ocultarse.

— Por aquí. —les indicó Podrick.

Podía escuchar gritos, lamentos y sollozos de las mujeres que iban junto con ella. Sansa iba a su lado, estaba asustada pero aún así se mantenía firme, cosa que le agradecía. Joseph se sentía inquieto, comenzó a removerse en los brazos de su madre y daba señales de que pronto comenzaría a llorar.
Por su mente cruzó un recuerdo amargo; Elia Martell y la historia de lo que los Lannister le hicieron a ella y a sus hijos. No quería lo mismo, pero tampoco quería huir y dejar todo atrás pero no tenía otra opción. Después de todo, Tywin y Euron Greyjoy fueron especialmente por ella.
Se aferró con fuerza a su hijo y siguió el camino.

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Robb se detuvo en seco. El mismísimo león de Casterly Rock estaba frente a él, con su brillante armadura y una banda roja distintiva de su casa. Para este momento, el rostro del joven Stark ya estaba sucio de tierra y con unas manchas de sangre. Pero no lucía débil, al contrario, lograba infundir cierto temor en los soldados.

— Entrégame a la chica, y dejaremos Winterfell en paz. —propuso el viejo león.

Pero esa nunca había sido una opción para Robb. Era un lobo de la Casa Stark, el norte corría por sus venas, no debía dejarse intimidar por ningún león que nunca dejaba el sur.

— No lo creo. —se negó. Limpio el hilo de sangre que corría por su labio y se aferró a su espada.

En ese momento, Viserion y Rhaegal se cruzaron en el cielo lanzando fuego a sus enemigos. Los dragones habían una gran ventaja, pero nadie contaba con la poderosa arma con la que contaban los leones y que Euron Greyjoy estaba dispuesto a usar.
Una enorme lanza atravesó la garganta de Viserion. Un quejido estruendoso hizo enfurecer a la madre de dragones, y atacó con fiereza, aunque cuidando que no hicieran lo mismo con Drogon y Rhaegal.

— Padre, detén esta locura. —le rogó Jaime— Es tu nieta. Tu propia sangre.

— Ni siquiera puedo llamarte mi hijo. —espetó con rencor. Tywin Lannister nunca perdonaría el hecho de que su hijo prefirió unirse a los Stark— Si así es como debe ser...

— Theon, hazlo. —le indicó a su amigo y fiel compañero de batalla.

— No me iré ahora...

— Lo prometiste. —le recordó— Saca a mi familia de aquí. Vete, ahora.

Y entonces, Robb Stark y Tywin Lannister se enfrentaron con fiereza.
Al final, sólo uno de ellos permanecería de pie.

2 | NUESTRA ES LA FURIA ♕ GOTWhere stories live. Discover now