Hope|Regulus Black [Editado]

Capítulo 22: Reguluscitos [Editado]

Capítulo 22: Reguluscitos

Al entrar al comedor Hope buscó a su hermana con la mirada, sin embargo, no fue eso lo que encontró. No había rastro de su hermana, al contrario, todo el mundo estaba comiendo tranquilamente.

Regulus pasó por su lado chocando su hombro contra el de la chica, visto desde fuera era un gesto de enemistad, pero Hope sabía bien lo que el chico quería decir, "tranquila, luego me cuentas todo".

Hope miró a Phoenix confusa. Phoenix señaló la mesa de Gryffindor en la que una muy enfadada Emma hablaba con los merodeadores. Las dos chicas se sentaron junto a ellos.

—Ha llegado esto. —Emma le entregó furiosamente la carta. Solo le hizo falta mirar el sobre para saber que se trataba de su hermana, reconocería esa letra hasta en el mismísimo infierno del que estaba segura que salía.

Querida hermanita y compañía inoportuna que estará leyendo esto:

Quién iba a pensar que un viaje en el tiempo pudiese ser tan afortunado. Hemos llegado al tiempo ideal, en el momento ideal.

Iré a buscarte y te unirás a nosotros en la limpieza de sangre. Eres una Riddle, Hope, y aunque te esfuerces en esconderlo la gente lo descubrirá o les ayudaré a hacerlo.

Tic, toc, el tiempo corre Hope. La sangre llama a la sangre, no puedes huir de quien estás destinada a ser.

—Es una advertencia, va a venir a Hogwarts. —Minnie estaba ligeramente pálida.

—Hope, ella al igual que nosotras sabe como destruir a Voldemort. —Phoenix soltó un gritito que hizo que Sirius la mirara preocupado.

—Si esa información llega a él, ... —Emma no quería ni terminar la frase.

—No podremos pararle. —La voz de Hope fue apenas un susurro.

Desde su asiento Regulus las miraba inquieto. Aunque lo intentaba no podía apartar la vista de ella. A su lado Layla Nott le miraba intentando disimular una sonrisa, a pesar de que la gente creyese qué se odiaban, Layla sabía que en verdad salían en secreto. No porque los chicos se lo hubiesen dicho sino porque ella misma lo había descubierto.

—¿A dónde miras tanto? —Regulus apartó la mirada rápidamente de la mesa de Gryffindor.

—A ningún sitio. —Layla sonrió burlonamente.

—¿Puedes ir a buscar a Phoenix y decirle que necesito que venga? —La chica señaló la mesa de Gryffindor. Regulus la miró entrecerrando los ojos. Layla sonrió honestamente y le guiñó un ojo.

Regulus asintió dándole las gracias y se levantó de la mesa dirigiéndose hacia la mesa de Gryffindor. Desde fuera su rostro era serio, sin ninguna emoción pasando por él; pero por dentro era un cúmulo de preocupación y curiosidad.

Al llegar a la mesa de Gryffindor, su hermano Sirius le miró también serio. 

—¿Qué haces tú aquí? —Tras lo sucedido en la sala de los menesteres, Sirius había intentado hablar con Regulus y este le había rehuido como si fuese la peste. Eso había enfadado al mayor de los Black.

—Phoenix, Layla te reclama. 

Phoenix sonrió burlonamente. Los merodeadores no tenían ni idea de que los dos chicos seguían saliendo, para ellos las cosas entre los dos habían acabado tan mal que ahora se odiaban públicamente. En cambio, las amigas de la chica sí lo sabían y a Phoenix, al igual que su amiga Layla, le encantaba usar esa información para molestarles.

—¿Y por qué no ha venido Layla a decírmelo? 

Hope fulminó con disimulo a Phoenix. Podía sentir la mano de Regulus acariciando disimuladamente su espalda, y con tan solo ese gesto se relajó. Cuando él estaba cerca parecía que no existía ningún problema.