Hope|Regulus Black [Editado]

Capítulo 31: Final de Quidditch [Editado]

 Capítulo 31: Final de Quidditch.

Marcus estaba sentado frente al lago. Hacía un frío horrible y no llevaba su túnica, pero él no sentía nada, solamente miraba la negrura del lago. Había abrazado a su hermana por horas, asegurándose que era real, que estaba bien y aún así algo se sentía fuera de lugar, algo se sentía incorrecta.

Una mano se posó sobre su hombro regresando el calor a su cuerpo. Un dulce olor a coco le llegó cuando Minnie se sentó junto a él.

En un principio no dijeron nada, se quedaron mirando el agua y luego Minnie habló y le contó todo. A medida que hablaba Marcus sintió que el miedo llenaba su cuerpo y poco a poco empezó a comprender a lo que se enfrentaban, pero también sintió como la admiración por aquella maravillosa mujer aumentaba a cada palabra que salía de su boca.

—Pensé que merecías saberlo. —Marcus no dijo nada, no podía articular palabra, pero tampoco podía apartar los ojos de ella. —Bueno, te dejo que lo asimiles.

¡Se iba a ir! Él no quería que se fuese. Antes de que Minnie se levantase Marcus reaccionó agarrando su mano.

—Quédate. —Dijo con la voz ligeramente ronca por el frío. —Por favor.

Minnie se quedó con él, y mientras Marcus jugueteaba con los dedos de su mano, Minnie le acariciaba el cabello con la mano libre. En aquellos momentos, ambos se preguntaban si sería el último momento de paz.

***

—Asesina. —Hope suspiró bajito, llevaban volando insultos hacia ella todo el día. Habían pasado dos semanas desde el rescate de Layla y los ataques de Voldemort a muggles y magos se habían multiplicado. Cada noche Hope tenía sueños extraños, en ellos su hermana aparecía, pero aún no conseguía descifrar qué decía.

—No me puedo creer que Dumbledore nos castigase. —Hope sonrió a James. Llevaban dos semanas limpiando cada aula del castillo.

—Le desobedecimos y tiramos una puerta abajo.

—Corrección. Tiraste una puerta abajo. Y fue asombroso.

—Gracias, gracias. —Hope hizo una reverencia haciendo reír al Gryffindor.

—¿Vas a jugar mañana el partido? —Hope borró su sonrisa de golpe.

—No sé ni siquiera si mi equipo me quiere allí todavía.

—Ellos se lo pierden, eres la única oportunidad que tienen de ganar. —Hope le sonrió agradecida.

—Voy a ir a la enfermería a ver a Remus, ¿vienes? —James negó.

—He quedado con Lily, iré en un rato.

La chica asintió y se dirigió a la enfermería. Madame Pomfrey le sonrió al llegar, se había acostumbrado a las visitas de la chica.

—¿Cómo está mi lobito favorito? —Hope se sorprendió cuando entró y vio a Regulus sentado en una silla junto a Remus. —¿Qué te ha pasado? —Tenía el labio partido y el costado de su camisa estaba manchada de sangre.

—Nada. —Hope le miró incrédula.

—Eso no parece nada, Regulus. —Regulus rio.

—Nada de lo que debas preocuparte.

—Así que si yo apareciese con el labio partido y llena de sangre tu no te preocuparías en absoluto. —Hope miró a Regulus molesta. —No te lo crees ni tú. ¿Qué ha pasado?

Regulus resopló. Madame Pomfrey entró en ese momento.

—Aquí tienes cariño. Tómatelo y en diez minutos estarás como nuevo. —Regulus le sonrió y esperó a que la mujer se fuese para volverse hacia Hope.